El Príncipe Heredero de Dubai nació en 1982, a la vez que su país comenzaba su imparable desarrollo. Es el segundo hijo del Jeque Mohammed bin Rashid Al Maktoum, vicepresidente y primer ministro del país, y a sus 32 años es ya un reputado líder que, por ahora, preside el consejo empresarial y el deportivo de Dubai. No en vano, los deportes de riesgo son una de sus muchas aficiones, a la que se suman la poesía, la fotografía, los animales y una frenética actividad en las redes sociales.
Gracias a la actividad que el Príncipe tiene en Instagram -donde le siguen más de un millón y medio de personas- vemos que lejos de tener miedo a las alturas, es asiduo a subir a los cielos de Dubai para contemplar el espectacular país de lujosos, edificios y playas artificiales que algún día estará bajo su mando. Saltos en paracaídas, vuelos con jetman o simplemente montado en aeroplano, no hay deporte que se resista a este amante del riesgo -que también disfruta con el submarinismo, el esquí y el paddel- pues tiene a su disposición todo lo necesario para cumplir sus sueños, y las cámaras y artilugios necesarios para dejar constancia de ellos.
“La vida es un viaje que hay que recorrer”, afirma el Heredero y bien sea en bicicleta, sobre unos esquís acuáticos o a lomos de un camello, él ya ha recorrido buena parte. Aunque si es necesario quedarse con un sólo cuadrúpedo, el Príncipe lo tiene claro, es un fanático de la equitación. Montar a caballo se convirtió en su pasatiempo más preciado desde la infancia, según declara gracias “al fuerte vínculo espiritual que las personas comparten con los caballos durante toda la historia árabe”. Esto le ha llevado a conseguir importantes logros internacionales y llevarse en numerosas ocasiones la medalla de oro a su país.
El tiempo libre que no ocupan sus caballos o el deporte, lo destina al cuidado de sus animales, entre los que se encuentran jirafas, tigres y muchos halcones, a los que entrena para la caza. Eso sin olvidar a la familia, pilar fundamental para el Príncipe, que se vuelca especialmente con sus sobrinos, a los que inculca algunas de sus pasiones.
En su país le conocen como Fazza -que significa “alguien que ayuda a los demás”- pues fue el seudónimo con el que empezó a firmar sus poemas nabatís, un tipo de poesía propia de la literatura árabe, con la que el Heredero ha tenido mucho éxito. “La belleza del desierto o la grandeza del Creador”, son sus principales fuentes de inspiración.
Aunque Hamdan bin Rashid considera que “la escuela más importante es la de la vida” y que su padre es “la persona que más le puede enseñar”, el Príncipe posee una formación a la altura de la responsabilidad que está llamado a desempeñar. Después de terminar la escuela primaria en el mejor centro del país, continuó su educación en el Reino Unido, donde se graduó en la Academia Militar de Sandhurst (en la que se prepararon Guillermo y Harry de Inglaterra, entre otros).
El Príncipe describió el periodo de su entrenamiento militar como "imprescindible para llevar a cabo de forma competente su futura labor”, puesto que allí “aprendió discliplina, responsabilidad y compromiso”. Tras esto, continúo su preparación en la Escuela Económica de Londres y en la Escuela de Gobierno de Dubai. Ahora trabaja mano a mano con su padre y se empapa de su labor.