La Navidad ha vuelto y con ella las luces en las calles y los adornos en los hogares de medio mundo como el Belén y los abetos navideños, que tienen reservados un sitio de honor en el salón de las casas, para celebrar por todo lo alto una de las fiestas cristianas más importantes. Unas fechas que rescatan y encumbran valores a menudo arrinconados por la rutina diaria: la familia unida, los buenos propósitos, la dulce inocencia de los más pequeños... Precisamente estos son verdaderamente los auténticos protagonistas y se divierten de lo lindo en estos días en los que disfrutan de tiempo libre para jugar, sin olvidar, eso sí, cumplir con una misión a contrareloj de suma importancia: portarse bien en un último esfuerzo de conseguir indulgencia de Papá Noël y los Reyes Magos para recibir infinidad de regalos.
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También ocurre así en Palacio. Esta época supone, de hecho, una de las mejores oportunidades para ver a los niños reales en salidas familiares y retratos oficiales con motivo de la Navidad, el mejor regalo para los grandes admiradores de las Familias Reales. George de Cambridge se ha adelantado a todos sus colegas y ha sido el primero en felicitar estas señaladas fiestas con tres preciosas fotografías realizadas el pasado mes de noviembre en la escalinata del palacio de Kensington, residencia oficial de los Duques de Cambridge. En ellas, se observa a un pequeño príncipe muy simpático y espabilado, que guarda un gran parecido con su padre. Para estas postales navideñas tan especiales, los Duques vistieron a su hijo con un divertido jersey de soldaditos de plomo, que combinaron con una ranita azul marino de la firma Amaia kids en una nueva apuesta por la moda española.
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Los hijos de los Reyes de los Belgas han sido también centro de atención en estas fechas. Y es que el tradicional concierto de Navidad de la Familia Real belga en el Palacio Real de Bruselas ha contado con caras nuevas. Por primera vez desde el relevo en el trono, los reyes Felipe y Matilde acudieron a la velada musical en compañía de sus hijos, los príncipes Elisabeth, Gabriel, Emmanuel y Eléonore. Los cuatro niños, que comienzan a participar en la agenda oficial de los Reyes belgas al igual que la Princesa de Asturias y la infanta Sofía en la de sus padres, vistieron para la gran ocasión sus mejores galas. Las niñas, de 13 y 6 años, lucieron en este debut navideño vestidos de fiesta en tonos frambuesa y los niños, de 11 y 9 años, traje de chaqueta. Un emotivo concierto dedicado a la memoria de la reina Fabiola, fallecida hace dos semanas y despedida el pasado viernes con lágrimas y emoción en un multitudinario fueneral de Estado.
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Los niños reales noruegos no han sido tampoco la excepción. Al igual que sus homólogos europeos, los más pequeños de la Familia Real noruega han reinado durante el tradicional posado ante el árbol de Navidad instalado en el salón rojo del Palacio Real de Oslo. Un acto, que este año ha reunido a los reyes Harald y Sonia, los Príncipes herederos, Haakon y Mette-Marit, con sus hijos, la princesa Ingrid Alexandra, que vestía como su madre, la princesa Mette-Marit, y su abuela, la reina Sonia, el traje típico del país del que será en su día Reina, el príncipe Sverre y Marius con traje. Un castillo gigante hecho de galletas de jenjibre (típicas de Navidad en los países escandinavos) fue la gran atracción de los niños, sobre todo de Sverre Magnus, que lo coronó con una bandera noruega, y de los mayores."¡Qué bonito!", exclamó la princesa Mette-Marit al ver la enorme figura, un regalo de la guardería de Fridheim (Oslo), que presidía la mesa de la estancia. Mientras la princesa Ingrid Alexandra volvió a hacer gala de su dulzura, el pequeño príncipe hizo alarde de su buen humor repartiendo galletas a sus hermanos, sus padres y sus abuelos, entre las risas de toda la familia.
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Estelle de Suecia ha abierto también las puertas de Palacio a la Navidad. La niña, preciosa con vestido un lazo y zapatos de charol rojos, protagoniza otro año más un vídeo de poco más de un minuto junto a sus padres, los príncipes Victoria y Daniel, mientras decoran el árbol de Navidad en su residencia en el palacio de Haga en Estocolmo. La pequeña es la encargada de colocar varios adornos, alguno hecho por ella misma, entre las risas de sus padres, que se despiden con un "¡Qué tengáis una feliz Navidad!" de Victoria de Suecia, acompañada por su marido, delante del sofá. Segundos después, de entre los cojines, aparece la pequeña princesa y grita: "¡Feliz Navidad!". La Casa Real ha difundido además una serie de fotos navideñas tomadas por Kate Gabor, fotógrafa habitual de Palacio.
No hemos visto todavía a los pequeños Príncipes de Dinamarca, Christian, Isabella y los mellizos, Vincent y Josephine, ni a sus primos, los príncipes Nicolás, Félix, Henrik y Athena; tampoco a las Princesas de Holanda, Amalia, Alexia y Ariane, que este fin de semana se reunirán con su madre, la reina Máxima, en Argentina para pasar allí las Navidades con la familia Zorreguieta y que el lunes protagonizarán con los soberanos el tradicional posado navideño; ni a las hijas de los Reyes, pero aún es pronto. El tiempo de Navidad no ha hecho más que empezar y puede que, si hemos sido buenos, Papá Noël o los Reyes Magos nos consientan nuestro deseo: alguna salida de los niños que nos faltan por ver, como la princesa Leonor y la infanta Sofía, o los hijos de Federico y Mary y, por pedir que no sea, alguna otra aparición más de algunos de los pequeños príncipes que ya hemos visto. Momentos mágicos protagonizados por los niños reales que harían las delicias de todos. Como siempre.