A algunos les puede resultar extraño que un descendiente de los zares de Rusia, de los emperadores de Alemania o de la mismísima reina Victoria del Imperio Británico trabaje en una oficina cualquiera, de una empresa cualquiera, para ganarse su sueldo dignamente. Pero al protagonista de la historia no se lo parece. Así lo asegura el príncipe Felipe de Grecia y Dinamarca, hijo menor de los reyes Constantino y Ana María de Grecia, quien a sus 28 años presta sus servicios profesionales en un Fondo de Inversiones en Nueva York y dice que “trabajo para ganarme la vida. Todo el mundo tiene que trabajar y en ese sentido yo soy como todos los demás”.
En unas declaraciones que recoge la revista Gotham de Nueva York, el Príncipe comenta que debido a su ascendencia real, él ha tenido que ganarse la credibilidad delante de todos sus compañeros. “Una vez que la gente me ve trabajando, ya se dan cuenta de que hay algo más” que un apellido o un origen. El joven, que es primo-hermano del rey Felipe VI y sobrino de la reina Margarita de Dinamarca, reside en la Gran Manzana donde trabaja como analista en P&L, una firma de Fondos de Cobertura en el “midtown” neoyorkino. Felipe, tras cursar sus primeros estudios en el Colegio Helénico de Londres, continuó su formación académica en Nuevo México (Estados Unidos) y posteriormente estudió en la Universidad de Georgetown, como su hermano mayor, Pablo, y como su primo el Rey de España. Su primer trabajo, como un becario más, le llevó a la sede de Naciones Unidas en Nueva York, en el departamento de Relaciones Públicas. Eligió vivir en esa ciudad porque lo considera “el epicentro del mundo financiero”.
El príncipe Felipe recibe en la ciudad de los rascacielos habitualmente las visitas de su hermano mayor, el príncipe Pablo, con el que tiene una excelente relación como demuestran las fotografías que se publicaron en Instagram de los dos hermanos viendo un partido de fútbol de la Selección Nacional de Grecia en un bar de Astoria. También le visita su hermana la princesa Teodora, quien vive y trabaja en Los Ángeles y con la que se siente muy unido por ser casi de la misma edad.
El benjamín de la Familia Real griega no es el único royal que ha decidido instalarse en Nueva York. La princesa Magdalena de Suecia aún reside allí junto a su esposo, Chris O´Neill, y su hija, la princesa Eleonore. Desde hace algo más de un año también trabaja en una prestigiosa galería de arte de la ciudad de los rascacielos la princesa Eugenia de York, la hija menor del príncipe Andrés de Inglaterra, y allí vive la pareja recién casada formada por el príncipe Amadeo de Bélgica y la periodista italiana Elisabetta Rosboch.
El príncipe Felipe de Grecia está considerado todavía uno de los solteros de oro de la realeza europea en las listas que a este respecto se elaboran, si bien algunas fuentes apuntan a que está muy consolidada la relación que mantiene con una joven de su edad, con la que se le pudo ver este verano disfrutando de unos días de vacaciones junto a su familia en Grecia, en la residencia que los Reyes tienen en Porto Heli. Recientemente, coincidiendo con las celebraciones familiares con motivo de las Bodas de Oro de Constantino y Ana María, se especuló con que pudiera hacerse oficial un anuncio de compromiso del Príncipe, pero nada de ello ocurrió.