Ya venció la tristeza para recibir a los reyes Guillermo y Máxima de Holanda, en la visita oficial que hicieron a Japón a finales del mes de octubre. Se trataba de la primera vez en once años que la princesa Masako de Japón acompañaba a su marido, el príncipe Naruhito en una cena de gala, en la que parecía estar muy a gusto.
Esta semana ha vuelto a aparecer en un acto oficial, en la Conferencia Mundial de Educación Sostenible de la UNESCO que se celebró en Japón, donde acompañó al Príncipe Heredero al acto inaugural de esta importante conferencia en la que ministros, investigadores y expertos en la materia de más de un centenar de países han sido invitados.
La princesa triste ha vuelto a lucir su mejor sonrisa y parece que se ha recuperado de la profunda depresión inducida por el estrés que padecía desde hacía más de una década, que la obligó a retirarse de la vida pública.
Poco a poco va retomando sus compromisos, algo que tenía muchas ganas de hacer, ya que ella misma ha reconocido la pena que sentía por no poder aprovechar su posición para representar a su país en el extranjero de la mano de su marido. Pero, como ya decía el Príncipe, se “va recuperando poco a poco”.
Masako ha limitado sus apariciones públicas y compromisos oficiales desde que en 2003 la Casa Imperial reveló que sufría una depresión inducida por estrés. En los últimos once años, sólo ha acompañado a Naruhito en un viaje oficial al extranjero, cuando ambos asistieron en Ámsterdam a la ceremonia de entronización de Guillermo-Alejandro y Máxima de Holanda en abril de 2013.