"Cuando menos se la esperaba, llegó por vía aérea a Barcelona la Begum, viuda del Aga Khan. Estuvo en el aeropuerto el tiempo justo para que la fotografiara el repórter de guardia, e inmediatamente se trasladó a Arenys de Mar, en cuyo puerto le esperaba su yate. Era natural que ¡HOLA! intentara conseguir una entrevista antes de que se decidiera a levar anclas, cosa que hicimos al día siguiente de su llegada. Y aquí está nuestra entrevista y nuestro reportaje gráfico, en exclusiva". Así recogían las páginas de la revista la llegada a España de la cuarta y última esposa del Sultán Muhammad Shah, Aga Khan III, durante el verano de 1963.
"Verdaderamente aquello de quien tuvo retuvo, reza perfectamente con la Begum. Si en su juventud fue proclamada la muchacha más bella de Francia, la distinguida dama cuya mano acabo de besar esta tarde, sigue con una belleza en toda su madurez, con una simpatía desbordante, y con una elegancia que para sí quisieran muchas jovencitas. Cuando le presento mis respetos en nombre de nuestra revista, y le ofrezco los número en que ¡HOLA! le dedicó algunas de sus páginas en color, la alegría de la Begum se pone de manifiesto en su franca sonrisa y en el brillo de sus ojos, con ellas le llega el recuerdo vivo de los idílicos rincones de su palacio, con la belleza de sus jardines y el colorido de sus flores".
Esta entrevista tuvo lugar en el yate Noor El Salaam y la Begum lució para ser fotografiada para la revista un vestido color verde azulado y un turbante del mismo color. "Sus primeras palabras fueron para recordar que en su infancia había estado en Barcelona acompañando a sus padres, puesto que uno de sus bisabuelos era oriundo de esa región. Cuando uno habla con la Begum -cuenta el periodista que se encargó de elaborar ese reportaje publicado en el número 985- se da cuenta de que posee una fuerte personalidad y un gran carácter. Estoy seguro que, de no ser así, no hubiera podido conquistar a sus veinte millones de fieles que la veneran tanto o más de lo que veneraron a su esposo el difunto Aga Khan".
- ¿Cuáles son los propósitos de esta visita suya a España?
- Salimos ahora mismo, con mis amigos, para Palma de Mallorca. Quiero disfrutar de aquellos maravillosos paisajes.
- ¿Estará allí mucho días?
- Unas tres semanas. Espero conocer Mallorca, Menorca e Ibiza.
- ¿Y después, Alteza?
- Regresaremos.
- Será un gran honor tenerla otra vez entre nosotros.
- Espero verlo de nuevo entonces.
- Gracias Alteza, ¿hará a su regreso alguna visita?
- Posiblemente visitaré Madrid y volveré a Barcelona en octubre.
- ¿Dónde reside normalmente?
- En mi finca en Cannes, en la Yakymour.
- Y en Asuan, ¿cuándo?
- En invierno. Así puedo estar cerca de mi esposo.
"Recuerdo entonces -apostilla el periodista- haber leído que, efectivamente, desde las ventanas de su palacio de Asuan, puede contemplar el mausoleo donde descansa su querido esposo. Porque no hay duda de que la Begum, le quería de todo corazón. Aún no he olvidado cuando la boda de la princesa Grace y Rainiero de Mónaco, con qué cariño ayudaba a bajar del coche al anciano Aga Khan, y le acompañaba hasta el palacio..."
- ¿Le quería mucho, verdad, Ateza? "En aquel momento parece como si un velo de tristeza nublara sus bellos ojos, así que prosigo..."
- Dígame Alteza, ¿es cierto que cuando reside en Asuan cada mañana deposita una rosa roja sobre la tumba de su esposo?
- Es cierto, no mienten cuando lo escriben, todas la mañanas hago una ofrenda de una rosa roja.
¡HOLA! cumple 70 años de historia.
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