Kyril de Bulgaria se despide de un gran verano
Acompañado por sus hijos y por su amiga Mireia Blanch, el príncipe de la Presláv ha disfrutado de sus vacaciones en Mallorca
Este verano ya es el cuarto que Kyril de Bulgaria desembarca con su tabla y su vela en las playas de Mallorca, dispuesto a aprovechar al máximo las olas y exprimir unas vacaciones que ya llegan a su fin. La isla permite al Príncipe de la Presláv practicar los deportes náuticos que tanto le gustan y pasar un mes de relax con sus hijos. Pero además este verano ha sido especial para él, puesto que ha cumplido los 50 años estando en plena forma y muy bien acompañado.
Kyril lleva surfeando toda la vida, lo que le ha proporcionado grandes dotes como maestro además de unas abdominales que no pasan desapercibidas, así que este verano ha sido su hija Olimpia, y una amiga de esta, las que se ha animado a recibir algunas clases de manos del príncipe, tal y como muestran estas fotografías tomadas a principio del mes de agosto.
Pero ellas no parecen haber sido las únicas que han compartido olas con el Príncipe, según ha publicado la revista ¡HOLA!, Kyril ha vuelto a estar acompañado por Mireia Blanch, la abogada catalana de 42 años con la que mantiene una buena amistad desde el verano pasado y con la que ha sido fotografiada en varias ocasiones. Aunque Kyril vive en Londres y ella en Barcelona, siempre que tienen unos días libres suelen coincidir, como en las pasadas vacaciones de invierno en la estación de esquí de Baqueira Beret.
Sin embargo, como cada verano los que más ocupan su tiempo son sus hijos: Mafalda, Olimpia y Tassilo. El año pasado incluso le vimos acompañado por el novio de su hija mayor, dando muestras de la inmejorable relación que les une. Kyril se separó de la española Rosario Nadal en el año 2009, tras veinte años en común, pero ambos tienen fijada su residencia en Londres, de modo que pueden compartir el cuidado de sus hijos con toda facilidad.
Bronceado, sonriente y con unos músculos que quitan el hipo, el hijo del rey Simeón de Bulgaria acaba de cruzar la frontera de los 50 años demostrando que él es “el rey de las olas”.