El príncipe Felipe invita al papa Francisco a visitar España: 'Estaríamos encantados de que venga'

El Pontífice no quiso sentarse en el sillón pontificial y recibió de pie a todos sus invitados, entre ellos los Príncipes de Asturias, en un histórico besamanos de casi dos horas en la basílica de San Pedro

por hola.com

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Sólo han pasado unos días desde su nombramiento y el papa Francisco ya se ha ganado a medio mundo. Reyes, príncipes, presidentes -más de un centenar de Jefes de Estado y de Gobierno- y líderes religiosos de todo el planeta, sin olvidar a los cientos de sacerdotes que viajaron a Roma desde todos los rincones de la Tierra, asistieron a la Misa de inicio de su Pontificado. Y, en agradecimiento al apoyo recibido, tras finalizar la ceremonia religiosa de investidura, el Papa quiso saludar personalmente a sus invitados en la basílica de San Pedro.

Le habían preparado el sillón pontificial para que saludara cómodamente a las más de ciento treinta delegaciones, pero el Pontífice rechazó sentarse y optó por un besamanos de pie. Uno por uno. Desde el Patriarca ecuménico de Constantinopla, Bartolomeo I, un hecho sinprecedentes ya que, desde el cisma que dividió a los católicos y ortodoxos en 1054, ningún patriarca había estado presente en la ceremonia de inicio de un pontificado; pasando por el número dos de la Iglesia de Inglaterra, el Arzobispo de York, John Sentamu; el Secretario General de la Organización Islámica de América Latina, Mohamed Youssef Hajar; el Patriarca de los armenios, Bedros XIX Tarmouni; el Patriarca greco-católico, Gregorio III Loham; el Secretario del Consejo Mundial de Iglesias, Fykse Tveit, al Rabino de Roma, Riccardo di Segni, que decidió asistir después de que el Papa tendiese una mano a la comunidad judía en el primer día de su pontificado.

También a los Príncipes de Asturias que esperaron turno seguidos del presidente Rajoy, los futuros Reyes de Holanda y la canciller Angela Merkel. Ambos se inclinaron ante él -doña Letizia besó su humilde anillo e hizo una doble reverencia- y, nada más darle la mano, el príncipe Felipe transmitió al Papa recuerdos en nombre de los Reyes de España. El Pontífice se interesó a continuación por la salud del rey Juan Carlos, que se recupera en el Palacio de la Zarzuela de la operación de hernia discal a la que se sometió el pasado día 3. El Príncipe comentó que el monarca "está bien y va recuperándose" y, antes de concluir su encuentro, invitó al Pontífice a visitar España con estas palabras: "Estaríamos encantados de que venga". "Bueno, como estamos cerca...", respondió el papa Francisco, en tono distendido, durante su conversación con los Príncipes de Asturias. Finalizado el besamanos, casi dos horas después, y sin rastro de cansancio, el Papa volvió a entrar en los palacios apostólicos para almorzar en la Casa de Santa Marta, donde reside de forma temporal hasta que acondicionen su departamento pontificio.


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