Máxima de Holanda, Mette-Marit de Noruega y Ameerah Taweel de Arabia Saudí llevan solidaridad y elegancia a la 'Corte Real' de Nueva York
Nueva York se ha convertido esta semana en una auténtica Corte Real, con las visitas del Rey, Abdalá y Rania de Jordania, Máxima de Holanda, Mette-Marit de Noruega y Ameerah Taweel de Arabia Saudí. En su esfuerzo por ayudar a las comunidades más pobres del mundo, las tres Princesas asistieron a diversos actos en la Gran Manzana.
La princesa Máxima viajó a la ciudad de los rascacielos para hacer entrega del informe anual sobre las actividades que desarrolla como asesora del Secretario General de las Naciones Unidas en materia de finanzas inclusivas. Se trata del tercer informe de resultados del que es responsable la Heredera holandesa después de que fuera nombrada en el cargo en 2009 con el objetivo de potenciar el uso de productos financieros en países en vías de desarrollo y de ese modo paliar la pobreza en esas zonas del planeta. En el informe se encuentran elogios hacia la Princesa de altos mandatarios internacionales como del presidente mexicano Felipe Calderón que la describe como "una importante líder internacional en esta materia" o del Jefe de Estado indonesio que valora "su compromiso, dedicación e incansable trabajo" a favor de los más desfavorecidos.
La estancia de la princesa Mette-Marit en Nueva York ha sido un no parar. La Princesa estuvo presente en la apertura de la reunión anual Iniciativa Global Clinton, fundación creada en 2005 por el expresidente de Estados Unidos Bill Clinton. Junto a los cientos de asistentes, como el Rey, Rania de Jordania y la princesa Ameerah Taweel, que impresionó por su belleza y elegancia, Mette-Marit de Noruega participó en distintas sesiones, incluida la del discurso del Presidente de Estados Unidos, Barack Obama, hasta la clausura ayer por la tarde. Esta organización congrega cada año a líderes mundiales, tanto del sector público como privado, organizaciones no gubernamentales y empresarios para discutir sobre los retos mundiales.
Causas que la princesa Mette-Marit ha defendido día sí y noche también durante su estancia: en un servicio religioso en la iglesia noruega en la Gran Manzana, donde fue elegida una nueva pastora; en el almuerzo anual de Fashion 4 Development (F4D), una organización vinculada a la ONU y que trabaja por una moda sostenible, en la que se encontró con personalidades del mundo de la moda y viejos amigos, como Franca Sozzani, editora de Vogue Italia, y Livia Firth, directora creativa de Eco Age y esposa del actor Colin Firth, y en la gala benéfica Every Woman Every Child en el Museo de Arte Moderno (MOMA), en la que ejercía de anfitrión el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon. Damas influyentes de todo el mundo (y algún que otro hombre comprometido con la causa) unieron fuerzas para mejorar la vida de las niñas y las mujeres en el mundo entero. Además de la esposa del príncipe Haakon, acudieron a este acto estrellas de Hollywood y hasta de Bollywood como Debra Messing y Aishwarya Rai, top models como Christy Turlington y Lily Cole; y otras personalidades notables como Muhammad Yunus, el banquero de los pobres y promotor de los Microcréditos; la Ministra de Economía de Nigeria, Ngozi Okonjo-Iweala; la Primera Ministra de Tailandia, Yingluck Shinawatra, y el magnate de los medios de comunicación Ted Turner. Y hoy Mette-Marit de Noruega tampoco tendrá descanso, porque será una de las ponentes en un almuerzo de trabajo de la organización Woman Deliver sobre proyectos para mujeres jóvenes en países en desarrollo.