Theodora de Grecia vive su sueño americano
La Princesa del séptimo arte ha rodado tres películas y un documental entre 2011 y 2012
Los sueños no siempre sueños son. Hay veces que se vive de la ilusión y otras que la ilusión de tu vida se hace realidad como a Theodora de Grecia. La Princesa del séptimo arte vive su sueño americano desde hace ya algún tiempo en Los Ángeles, donde se realiza como actriz junto a su otra familia, la de la farándula, entre las que se encuentran sus grandes amigas las también actrices Emily O'Meara y Betina Mustain (en la imagen).
Por las venas de Theodora de Grecia corre sangre azul de casi todas las monarquías europeas. Es hija de los reyes Constantino y Ana María; nieta de Federica de Hannover y Pablo de Grecia (por parte de padre); de Ingrid de Suecia y de Federico IX de Dinamarca (por parte de madre); sobrina de la reina Sofía y de Margarita de Dinamarca; prima del Príncipe de Asturias y del príncipe Federico, el heredero al trono danés y, por último, ahijada de Isabel II.
Pero su trono está en el set de rodaje. A los once años descubrió que quería ser actriz y, ahora, con 28 y en cuestión de poco tiempo en Hollywood, ha participado en varios capítulos de la serie Belleza y poder y ha rodado tres películas (Where Did You Sleep Last Night, The Big Valley y Little Boy) y un documental (Nevan Saunders' Quest for Fame: A Documentary by Kip Griffen) entre 2011 y 2012. Su gran debut fue un thriller psicológico que narra la historia de cinco estudiantes universitarios que tras varios acontecimientos dejan de saber qué es realidad y qué no. “Estoy muy emocionada. Todo fue muy rápido. Un día estaba leyendo el guión y al siguiente ya estaba en el set”, explicó en una entrevista en exclusiva a la revista ¡HOLA!
Sus padres, los reyes Constantino y Ana María, apoyan al cien por cien su profesión y lo único que desean es que sea feliz. Y en Los Ángeles parece que ha encontrado la felicidad: “Aquí en dos semanas logré más proyectos como actriz que en Londres durante seis meses”, confesó y añadió que “quiero que me tomen en cuenta seriamente como actriz”.
La vida de esta joven princesa convertida en actriz ha estado marcada por un largo exilio. Un referéndum acabó con la monarquía en Grecia y los reyes Constantino y Ana María se establecieron primero en Roma y después en Londres, donde nació Theodora, quien viajó por primera vez al hogar de su familia con 10 años: “Me encantó sentir la alegría y el cariño de la gente cuando reconocían a mis padres”. En 2003 volvió a Grecia y la experiencia quedó plasmada tres años después en Mi Odisea un monólogo escrito y producido por ella misma con el que debutó en el teatro de la Universidad Brown.
Quizá la princesa Theodora ha heredado la vena artística de su tía, Margarita de Dinamarca. La soberana compagina sus obligaciones reales con su pasión por las artes escénicas, el dibujo, la pintura, los decorados de teatro, las ilustraciones de la obra de Tolkien en El señor de los anillos... Y, por supuesto, de su abuelo, Federico IX, que dirigía orquestas sinfónicas con tal precisión que de no haber sido rey, según lo que cuenta la historia, habría sido uno de los mejores músicos de Dinamarca. Caprichosos genes.