El pasado 18 de febrero, el emperador Akihito de Japón, de 78 años, fue sometido a una operación de "bypass" coronario y desde entonces, se recupera adecuadamente en el Hospital Universitario de Tokio, donde estos días le han visitado los príncipes Naruhito y Masako. Los herederos japoneses llegaron al centro hospitalario en el mismo coche y acompañados de la la emperatriz Michiko, de 77 años, que no se ha separado de su marido ni un sólo instante desde que fue intervenido.
Se trata de la primera vez que el emperador recibe la visita de su nuera, ya que el pasado 19 de febrero Naruhito visitó a su padre junto a su hermano, el príncipe Akishino, cuando se encontraba aún ingresado en la Unidad de Cuidados Intensivos. "Al tener en consideración la edad del emperador, es necesario reducir su carga de trabajo", explicó el heredero al trono de crisantemo con motivo de su 52º cumpleaños. Y es que desde que se hizo pública la noticia de la operación, han sido muchos los que han cuestionado si sería necesario introducir un límite máximo de edad para ocupar el trono de Japón, algo que Naruhito rechazó pronunciarse y tan solo añadió que "existen varias opciones disponibles" para reducir la agenda oficial del emperador.
El estado de salud de Akihito, en el trono desde 1989, ha emperado en los últimos años ya que, además de ser operado de cáncer de próstata en 2003 y sufrir una hemorragia estomacal en 2008, el año pasado le fue diagnosticada una arteriosclerosis coronaria. Pese a sus problemas de salud, tras el devastador terremoto y tsunami que en marzo de 2011 asolaron el noreste de Japón, el anciano emperador intensificó su agenda oficial con repetidos viajes a las zonas afectadas y visitas a los desplazados por la tragedia, aunque ahora es su hijo el que despacha todas las actividades oficiales desde que fue operado.