El rey de Bután se casa con la plebeya Jetsun Pema en una sencilla ceremonia

Jigme Khesar Wangchuk, quinto 'rey dragón' de la dinastía del mismo nombre y el monarca más joven del mundo, ha celebrado sus esponsales con su pueblo y sin la presencia de Familias Reales extranjeras

por hola.com

En el reino de Bután, en la cordillera del Himalaya, miles de personas salieron a las calles de Punakha para no perderse los esponsales de su rey, Jigme Khesar Wangchuk, con la plebeya Jetsun Pema, que comenzaron el jueves por la mañana. La ceremonia, transmitida por el canal oficial butanés BBS en una nación de 700.000 habitantes donde la televisión no se introdujo hasta 1999, comenzó a las 4.00 de la mañana (22.00 GMT de ayer) con cánticos budistas en esa localidad fortificada, situada a unos 70 kilómetros de la capital del reino, Thimpu, y bajo un intenso frío. Miles de personas, vestidas con la tradicional túnica de color, se quedaron fuera del templo participando en la ceremonia, a la que asistieron 1.500 invitados. Algunos monjes cantaban y otros tocaban tambores y timbales.


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El rey, de 31 años, salió cuatro horas más tarde de su palacio y emprendió el camino hacia el monasterio de Punakha acompañado del primer ministro, Jigmi Thinley, y del jefe de la Policía. Poco después, Jetsun Pema, una chica de 21 años que estudió en la región india de Himachal Pradesh e hija de un piloto aéreo, llegó al monasterio en el seno de una procesión de unas 100 personas que tocaban tambores y cantaban himnos encabezada por un caballo blanco, y allí encendió una lámpara dorada.

La hora del enlace, de dos horas y celebrado siguiendo el ritual budista, fue fijada por los astrólogos de la Casa Real. Durante la ceremonia, que comenzó a las 8:20 horas (2:20 GMT), el rey y su prometida han tomado una copa de ambrosía que simboliza la vida eterna. El padre del novio y anterior rey de Bután, acompañado por sus cuatro esposas, entregó a una nerviosa novia pañuelos sagrados budistas de distintos colores. En la parte final de los esponsales, el "rey dragón" le colocó a su prometida una corona de brocado en la cabeza y con ello la coronaba oficialmente como reina de Bután. Luego ambos se han dirigido a miles de butaneses congregados en un espacio cercano al palacio de Punakha para celebrar la boda.


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Ambos, ataviados con atuendos tradicionales, se sentaron en un trono preparado para la ocasión, flanqueados por monjes budistas y cestos de fruta y ante cientos de invitados, entre ellos varios representantes de países de la zona. Tras la ceremonia, los recién casados salieron a saludar personalmente al pueblo butanés para celebrar con ellos sus nupcias. Carteles de la pareja adornan casi todos los edificios, farolas y la plaza de la capital, Thimphu, y niños en edad escolar han publicado poemas en honor de la reina, llamándola "la luna, una bella heroína y la flor de loto".

“Estoy feliz. He esperado bastante tiempo", declaró el rey a los reporteros tras su boda. "Ella es un ser humano maravilloso, inteligente. Compartimos una gran cosa en común: el amor y la pasión por el arte". Al ser preguntado cómo se sentía como hombre casado, el monarca contestó: "Es genial, deben probarlo."

Wangchuck, quinto "rey dragón" de la dinastía de mismo nombre y coronado en noviembre de 2008 tras la abdicación de su padre, Jigme Singye Wangchuck, había expresado en mayo su intención de no invitar a las Familias Reales extranjeras porque quería una "boda sencilla y cercana a los habitantes del país", según dijo entonces a Efe el jefe de prensa de la Casa Real, Dorji Wangchuck.

Tras la ceremonia de este jueves, Bután celebrará la boda de su rey durante tres días. El sábado, la pareja regresará a la capital de Thimpu para contemplar los festejos en un pequeño estadio deportivo. 


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"Jetsun Pema es joven, cálida, y de buen corazón y carácter. Estas cualidades, junto a la sabiduría que llegará con los años y la experiencia, harán de ella una gran servidora de la nación", declaró el soberano al anunciar en mayo su decisión al Parlamento. Según la versión oficial, Pema y Wangchuk se conocieron cuando ella tenía siete años, en el transcurso de unas vacaciones familiares.

La dinastía Wangchuck, muy querida en Bután, es célebre por haber ideado el concepto de "Felicidad Nacional Bruta", que descansa en pilares como la conservación de las costumbres locales, el cuidado por el medio ambiente, el buen gobierno y el crecimiento económico. El aislado reino himalayico ha apostado por un aperturismo prudente, pero sigue firme en su voluntad de evitar el turismo masivo y preservar una identidad moldeada en torno a las tradiciones de la etnia mayoritaria, la "drukpa" (dragón), budista y tibetana.