La gravedad de la crisis que vive Japón desde el devastador terremoto y posterior tsunami que azotaron el norte del país el pasado viernes, ha quedado aún más corroborada con el que ha sido el primer mensaje televisado del emperador Akihito a la nación nipona en sus 22 años de reinado. La alocución del emperador, de 77 años, fue difundida por la cadena de televisión pública NHK.
Akihito, visiblemente apesadumbrado por la situación -la peor desde el final de la II Guerra Mundial, según su Gobierno-, se confesó "profundamente preocupado" por la complicada situación en la planta nuclear de Fukushima, en el nordeste del país, a la vez que mostró su deseo de que no empeore. El emperador japonés dijo al pueblo nipón que reza por el bienestar del máximo número posible de supervivientes tras la catástrofe del viernes, que ha causado más de 11.500 fallecidos o desaparecidos, según cifras todavía provisionales.
"Un terremoto de 9 grados nunca había pasado en Japón. No sabemos todavía el número de víctimas, pero rezo para que se salve el mayor número posible", dijo la cabeza del Trono del Crisantemo, la dinastía reinante más antigua del mundo. El emperador pidió también al pueblo nipón que no se dé por vencido en este momento de crisis, al tiempo que agradeció las numerosas muestras de solidaridad llegadas de todo el mundo e instó a sus compatriotas a mantener la calma.
"Espero, sinceramente, que el pueblo podrá superar este momento desafortunado cuidándose los unos a los otros", dijo el monarca en el mensaje televisado que fue facilitado por la Casa Imperial nipona.
Akihito, a quien recientemente se le diagnosticó una arteriosclerosis coronaria, lleva 22 años al frente del Trono del Crisantemo tras el fallecimiento en 1989 de su padre, Hirohito, último testigo de la II Guerra Mundial.