La nueva generación de Princesas
Letizia de España, Mary de Dinamarca, Máxima de Holanda, Mette-Marit de Noruega y, próximamente, tras sus bodas con Guillermo de Inglaterra y Alberto de Mónaco, Catherine Middleton y Charlene Wittstock
Catherine Middleton y Charlene Wittstock no serán las primeras ni las únicas plebeyas que se convertirán en princesas cuando se casen con sus respectivos príncipes, Guillermo de Inglaterra y Alberto de Mónaco. Las novias reales se sumarán a la nueva tendencia real como lo hicieran antes que ellas en el resto de las cortes reales de Europa: Mette-Marit de Noruega (2001), Máxima de Holanda (2002), Mary de Dinamarca (2004) y Letizia de España (2004).
METTE-MARIT DE NORUEGA
Se casó en 2001 con el príncipe heredero Haakon de Noruega y es madre de la princesa Ingrid Alejandra, de siete años, del príncipe Sverre, de cinco, y de Marius, de 14, de una relación anterior. El pasado de la princesa Mette-Marit incluye el divorcio de sus padres, un padre excéntrico y una madrastra ex stripper, pero debe su calificativo de Cenicienta moderna no solo a estos reveses. La princesa heredera ha contribuido también con un hijo de soltera, Marius Borg Hoiby, fruto de su relación con el ahora empresario Morten Borg, que llegó a estar preso por motivos de droga, y “una vida salvaje” como ella misma lamentó en la televisión noruega. ¿Cómo llegó a ser princesa? Mette-Marit Tjessem conoció al príncipe Haakon en un festival de rock en Kristiansand, su localidad de nacimiento, y cupido hizo el resto. No faltaron trabas a su matrimonio, pero el heredero luchó a la desesperada por su amor. Contaba a su favor con el ejemplo de la experiencia: la historia se repetía. Tres décadas antes, Harald de Noruega rompió las reglas de la monarquía para casarse con Sonia Haraldsen, una joven de sangre no real.
MÁXIMA DE HOLANDA
Se casó el 2 de febrero de 2002 con el príncipe heredero Guillermo de Holanda y es madre de tres princesas: Amalia, de siete años; Alexia, de cinco, y Ariane, de tres. Es tradición en la corte real holandesa que el parlamento emita su veredicto de aprobación o de rechazo del futuro cónyuge de un príncipe, y Máxima Zorreguieta no fue la excepción. No había tacha en ella, sino en sus circunstancias: el hecho de que su padre hubiera trabajado como ministro de Agricultura en la dictadura militar de Videla al final de la década de los setenta, un régimen notorio para sus infracciones de derechos humanos. La certeza del príncipe Guillermo y el apoyo de la reina Beatriz decantaron la balanza hacia su beneplácito. ¿Cómo llegó a ser princesa? El heredero holandés conoció a la políglota banquera argentina en Sevilla en plena Feria de Abril, concretamente en una fiesta organizada por un grupo de amigos. Aunque al principio no congeniaron, el príncipe de Orange corrigió rápidamente su primera impresión. El tiempo ha demostrado que Holanda comparte el punto de vista del príncipe Guillermo, que la princesa Máxima es "extraordinaria".
MARY DE DINAMARCA
Se casó con el príncipe heredero Federico de Dinamarca en 2004 y es madre del príncipe Christian, de cinco años; de la princesa Isabella, de tres, y de sus mellizos (de los que aún no se sabe sus nombres), de dos meses. Dadas las estrictas reglas de inmigración de Dinamarca, el príncipe Federico podría haberlo tenido mucho más fácil de no haberse enamorado de una abogada australiana a la que conoció con ocasión de los Juegos Olímpicos de Sídney. La suya fue una relación a larga distancia (cuando se consolidó su amor, ella se estableció en Londres antes de su traslado definitivo a Copenhague) con final feliz: acabó convirtiéndose en princesa heredera de una de las monarquías más viejas de mundo y en un futuro también será la primera reina australiana de Europa. ¿Cómo llegó a ser princesa? No sólo enamoró al príncipe Federico, también se metió en el bolsillo a los daneses por su rápida adaptación a la vida principesca y sus esfuerzos para hablar con soltura el idioma.
PRINCESA DE ASTURIAS
Se casó con el príncipe Felipe en 2004 y es madre de dos niñas: las infantas Leonor, de cinco años, y Sofia, de tres.A diferencia de sus homólogas, la periodista Letizia Ortiz era ya conocida y querida por el público español al margen de su relación con el príncipe de Asturias, por sus puntuales visitas a los hogares de toda España como presentadora del telediario de TVE. El principal obstáculo era su divorcio de su antiguo profesor Alonso Guerrero Pérez en 1999, tras un breve matrimonio civil. Pero el príncipe sabía que había encontrado el amor y que ningún muro podría separarles. ¿Cómo llegó a ser princesa? Dicen que su primer encuentro estaba tramado por don Felipe, que pidió a su gran amigo, Pedro Erquizia, director de Documentos TV, y empleado de Televisión Española desde casi cuatro décadas, que invitara a una cena en su casa a la periodista para conocerla, pero la verdad es que fue absolutamente casual: una cita a ciegas organizada por el destino. Su sello como princesa: el sentimiento de entrega y servicio a sus conciudadanos.