Molay Hasan no llega a la decena -cumplirá siete años el ocho de mayo- y ya cumple perfectamente con sus labores de Estado. Se inició casi desde su nacimiento en su papel de Heredero al Trono. No era más que un bebé cuando asistió a su primer compromiso oficial en el Salón del Trono del Palacio Real en brazos de su padre, el rey Mohamed VI, para recibir allá en 2003 a los miembros de la selección nacional de fútbol de Marruecos por su brillante actuación en la fases clasificatorias para la Copa de fútbol de las naciones africanas. Desde entonces, ha habido otros tantos actos oficiales: con ocasión del 50º aniversario de la independencia del país; con motivo del noveno y del décimo aniversario de la Coronación del soberano marroquí... El último, hace poco más de un mes, con ocasión del Salón Internacional de la Edición y del Libro (SIEL) en Casablanca, fue el primero que presidió sin sus padres.
Y su currículo sigue creciendo. El Príncipe ha sumado una nueva actividad a su experiencia como Heredero: Moulay Hasan ha recibido oficialmente por primera vez a un Jefe de Estado, el Presidente Ondimba de Gabón. El pequeño, réplica en miniatura de su padre, el Rey de Marruecos, integraba la comitiva real de bienvenida en el aeropuerto y, con gesto serio acorde a la seriedad del acto, esperó a que el mandatario de gabonés hiciera acto de presencia. Otra prueba superada.
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