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Muchas personas miran con lupa sus estilismos. Y ya los más observadores se habrán dado cuenta de que las princesas del siglo XXI han adoptado un must de forma simultánea esta temporada. No hay acto oficial al que no pongan un punto de coquetería con elegantes carteras. En raso, piel, ante, o forradas de múltiples abalorios estos bolsos de mano dicen mucho de cada una de ellas.
La Princesa de Asturias, Mary de Dinamarca, Magdalena y Victoria de Suecia, Máxima de Holanda, Mette-Marit de Noruega o Matilde de Bélgica las han convertido en un complemento imprescindible que aporta elegancia y sofisticación a sus vestuarios. Tan importante como unos zapatos o sombrero adecuados es elegir bien la cartera. Estas futuras reinas pueden elegir entre colores, formas y materiales desde los más clásicos a los más innovadores.
Doña Letizia es fan de las carteras de colores oscuros y forma alargada. Hay quienes optan por otros más naturales y bastantes más pálidos, como la futura reina de Suecia, que no se separó de su cartera de mano ni siquiera en su visita a algunos de los lugares más recónditos de Kenya. Sus elecciones tienen mucho en común con las de su hermana menor, que en más de una ocasión ha optado por los tonos nude. Además, ambas prefieren los pailletes, lentejuelas y cristales cuando tienen que asistir a actos más divertidos como fiestas o bodas.