Los soberanos jordanos conjugan trabajo y ocio durante su estancia en Italia. Así, además de cumplir como siempre con una apretada agenda oficial, que incluye diversos encuentros en la capital italiana con el Jefe de Estado italiano, Giorgio Napolitano; el Primer Ministro italiano, Silvio Berlusconi, y otras autoridades para promover las relaciones bilaterales, los esfuerzos por lograr la paz en la región de Oriente, asuntos regionales e internacionales de preocupación mutua, así como su asistencia al Foro jordano-italiano de Negocio en Milán, en el que se reunirá con varios empresarios y representantes de los sectores económicos y comerciales de Italia, la Reina compartió los actos oficiales de carácter cultural y sus pocos huecos libres con su hija mayor, la princesa Imán, de 13 años de edad, que no ha querido perderse esta oportunidad de conocer la Ciudad Eterna.
Madre e hija admiraron las obras artísticas de la galería Borghese, que recorrieron junto a la comisaria del museo, y se rindieron a los encantos de la ciudad durante largas caminatas por sus calles más turísticas, así como a la moda italiana durante una tarde de compras. Pocas veces tenemos ocasión de ver en público a la joven hija de los monarcas, segunda de cuatro hermanos -Hussein, de quince años; Salma, de siete, y Hachem, de casi cuatro–, y una de esas pocas ha sido en esta visita en la que ha aparecido radiante convertida en una preciosa adolescente. La Princesa, que parece seguir los pasos de la reina Rania en lo que a elegancia se refiere, lució camiseta blanca, falda evasée beige y rebeca corta negra. De tal Reina, tal Princesa.