Los tonos nude visten, o desvisten según se mire, esta temporada palacio. Y es que las Princesas, al igual que las celebrities en la alfombra roja de Cannes y otras citas de relieve, también se desnudan por ir a la moda y se presentan ahora en sus compromisos al natural. Tendencia que consiste en despojarse del fucsia, del azul, del naranja, de los estampados..., que han teñido esta primavera-verano, y enfundarse una segunda piel: vestidos color maquillaje. Bien con matices dorados, beiges o rosados a imitación de la dermis.
Ni Letizia de España, ni Mary de Dinamarca, ni tampoco la reina Rania de Jordania se han resistido a la vestimenta encarnada. La soberana jordana despuntó luciendo en su décimo aniversario de su llegada al trono el mismo vestido de su coronación, casualmente de tendencia ahora por su peculiaridad nude; la Princesa de Asturias tomó el relevo llevando un sencillo vestido color maquillaje durante el viaje oficial a Rumanía que el príncipe Felipe y la princesa Letizia emprendieron días antes de comenzar sus vacaciones de verano en Palma de Mallorca, y ahora la Heredera danesa también ha vestido el color de moda al asistir, acompañada por su suegra, la reina Margarita, y por las dos hermanas de ésta, Ana María de Grecia y la princesa Benedicta, a un festival de verano de danza en el castillo de Augustenborg, en la localidad de Søndeborg. Vestidos diferentes, pero todos a la moda. Para algunos, la última piel de la civilización.