El primer hijo del príncipe Aimone de Saboya-Aosta y de la princesa Olga de Grecia fue bautizado el pasado sábado en la pintoresca iglesia de Giuggianello, en la provincia de Lecce, a orillas del mar de Salento. El neófito recibió el nombre de Umberto, como el último Rey de Italia, en una concurrida ceremonia bautismal.
La decisión de bautizar al niño con el nombre de pila de Umberto obedece al particular homenaje de la pareja a Umberto II, así como al papel que el recién nacido desempeñará en la sucesión dinástica de los Saboya según la legislación vigente desde el rey Victorio Amadeo III. El pequeño recibió al nacer el título de Príncipe de Piamonte de su abuelo Amadeo de Saboya, jefe de la Casa Real.
El bautismo fue oficiado por el príncipe Alejandro de Borbón Dos Sicilias, de la orden de los Legionarios de Cristo, hijo de los príncipes Casimiro de Borbón Dos Sicilias y Maria Cristina de Saboya-Aosta; el celebrante fue asistido por don Fabiano, sacerdote de Giuggianello, y ejercieron como padrinos del niño la princesa Blanca, representaba por la princesa María Gabriella de Saboya, y Carlo Radicati de Primeglio.
La iglesia estaba llena de familiares y amigos del matrimonio que querían obsequiar una cálida acogida al príncipe Umberto. Además de los padres del pequeño, Aimone y Olga, estaban presentes el abuelo paterno del niño, Amadeo de Saboya, y su esposa, Silvia Paterno di Spedalotto; las tías paternas, Blanca y Mafalda, con los respectivos maridos e hijos; la princesa Alessandra de Grecia, tía materna; el empresario ruso Erik Bugalov, el príncipe Álvaro de Orleans Braganza, y el Alcalde de Giuggianello.