El último capítulo (a la espera de uno nuevo) en el serial italiano del verano, lo protagoniza Verónica Lario, aún esposa de Berlusconi hasta que el juez sentencie el divorcio. Verónica Lario, indignada por las publicaciones de la semana pasada, ha enviado a los diarios italianos Corriere della Sera y La Reppublica en la que explica su posición: “Esta semana he asistido en silencio, sin reaccionar a través de los medios, al brutal enfangamiento de mi persona, mi dignidad y mi historia conyugal”.
Verónica se refiere también a las fotografías publicadas por el diario El País en las que se veían diferentes escenas de un fin de semana en la villa de Cerdeña del político. Las imágenes fueron prohibidas en Italia por la Fiscalía de Roma. En su carta de pocas líneas, Verónica aclara: “La verdad de mi relación con mi marido no ha salido a la luz. Siempre le he amado y he adaptado mi vida en función de mi matrimonio y mi familia”. La actriz contrajo matrimonio civil con Silvio Berlusconi en 1990 cuando ya habían nacido sus tres hijos en común, Bárbara, Eleonora y Luigi, Desde hace años vivían en casas separadas y para llegar a un acuerdo de divorcio ha contratado a la abogada María María Cristina Morelli famosa por haber llevado el caso de Eluana Englaro, la joven italiana para quién su familia solicitó la eutanasia generando un grave debate judicial y político en Italia. La negociación se entiende que va a ser dura sobretodo porque el Primer Ministro italiano es también uno de los hombres más ricos del país. Su hija mayor es la italiana más rica.
A las polémicas imágenes publicadas en España, Verónica tiene que añadir que cierta prensa italiana asegura que desde hace años mantiene un romance con su jefe de guardaespaldas. De momento, ella se ha refugiado en la provincia de Taranto, según informa Corriere della Sera, con su madre, Flora, su nieto Alessandro, y tres guardaespaldas entre los que no estaría Alberto Orlandi, con quién se le relaciona.