Ya comienza a clarear el verano negro que el príncipe Kardam y Miriam Ungría vivieran el pasado mes de agosto a causa de un terrible accidente de tráfico en la localidad madrileña de El Molar. Empiezan a despejar nubarrones de inquietud y desaliento de meses pasados y a filtrarse rayos de ilusión. Y es que el hijo mayor de Simeón de Bulgaria, que ingresó en la UVI de un hospital madrileño como consecuencia de aquel brutal impacto, ha experimentado una leve mejoría desde que fuera trasladado a su casa madrileña, según ha confirmado su propia esposa, recuperada a su vez de sus lesiones. "Ya veo la salida. Desde que lo trajimos a casa, la mejoría se va notando día a día, aunque sea lenta. Ya me habla, pero aún le cuesta expresarse. Hay motivo para la ilusión, aunque todavía habrá que esperar un poco para que podamos ver a Kardam como todos queremos ".
Son claves de esta mejoría de Kardam, aparte del cuidado de médicos y fisioterapeutas, la presencia siempre a su lado de sus hijos, Boris y Beltrán, y el amor incondicional de Miriam por su marido. “Yo puedo ayudar a su recuperación fundamentalmente con mi presencia y mi amor. Pienso que el estar con su familia; ver a sus hijos, que han demostrado ser buenos hijos y muy maduros, y sentir cariño puede ser la mejor terapia. Aunque, lógicamente, sea necesaria la fisioterapia que le hace un profesional”. Estas noticias son las primeras luces. El alba de un nuevo día.