Benedicto XVI finaliza en el Santuario de Lourdes, con una multitudinaria misa, su visita a Francia

El Santo Padre, que abandonará maña el país galo, ha querido estar presente en el 150º aniversario de la aparición mariana a Bernardette Soubirous

Por hola.com

El pasado miércoles, el Papa aterrizaba en tierras galas para llevar a cabo su primera visita a Francia como Santo Padre. En el aeropuerto fue recibido por el Presidente, Nicolás Sarkozy, y por su esposa, Carla Bruni. El matrimonio presentó sus respetos a Benedicto XVI y a juzgar por las sonrisas de todos durante el encuentro, parece que ejercieron de intachables anfitriones con Benedicto XVI. En la capital de Francia el Obispo de Roma participó en 'Las Vísperas' en la Catedral de Notre Dame y presidió una misa en la explanada de Los Inválidos, ante más de 220.000 personas.

Aunque, sin duda, uno de los momentos que el Santo Padre esperaba con más ilusión era su participación en la celebración del 150º aniversario de la aparición de la Virgen María a la pastorcilla Bernardette Soubirous en la localidad de Lourdes. Así pues, hace un par de días se trasladó hasta allí, y desde entonces no ha cesado ni un momento su interés por ver y conocer los lugares marianos de la ciudad. El Papa acudió a la capilla donde fue bautizada Bernardette, la Iglesia del Sagrado Corazón, e introdujo su mano en la pila bautismal.

Posteriormente, fue al 'calabozo', donde la niña vivía con su familia y besó el rosario de la pastorcilla. Por último, llegó a la Gruta Massabielle, donde la Virgen se le apareció a la pequeña hasta en 18 ocasiones, momento que aprovechó para rezarle a la Virgen en varios idiomas. Benedicto XVI se ha mostrado fascinado por su visita a la ciudad francesa y afirmaba: "Lourdes es uno de los lugares que Dios ha elegido para reflejar un destello especial de su belleza, por ello la importancia aquí del símbolo de la luz". Su primera jornada en Lourdes finalizó con la tradicional Procesión de las Antorchas.

25.000 fieles españoles acompañan al Santo Padre
Esta mañana fieles peregrinos venidos de todas partes del mundo reiteraban su cariño al Santo Padre. Entre fuertes medidas de seguridad, y en el Papamóvil, les correspondía saludando y enviando sus bendiciones, sobre todo a los más pequeños. El Papa llegaba así hasta la pradera que hay delante de la Gruta de las Apariciones y ha presidido una misa, que han seguido, aproximadamente, 200.000 fieles, entre los que estaban 25.000 españoles. Más de mil sacerdotes y 230 obispos lo acompañaron.

La eucaristía estuvo marcada por el júbilo, los aplausos y las ovaciones que seguían a las palabras de Benedicto XVI. Pero su agenda también contaba con compromisos en la tarde. Se ha reunido con los obispos franceses y después participará en una procesión eucarística. Mañana, antes de regresar a Roma, el Papa visitará el oratorio del Hospital de Lourdes y después celebrará una misa por los enfermos en la basilíca de Nuestra Señora del Rosario.