El escándalo que en los últimos días ha salpicado a la casa de Saboya parece que continúa. El hijo del último rey de Italia, Víctor Manuel de Saboya, fue detenido en la noche del viernes 16, cuando se disponía a participar en una cena benéfica, acusado de cargos relacionados con corrupción, asociación ilícita y explotación de la prostitución. Y es que la fiscalía le acusa de haber colaborado presuntamente con la mafia y haber puesto al servicio de ésta sus numerosas relaciones sociales e institucionales.
No obstante, el heredero de la dinastía de los Saboya, que en estos momentos se encuentra en una celda de la cárcel de Potenza, aseguró a través de sus abogados que es "inocente, absolutamente inocente" y que las acusaciones vertidas contra él "no se sostienen".
Pero no ha sido el único detenido. Junto con él han pasado a disposición judicial otras doce personas relacionadas, al parecer, con las actividades irregulares de un Casino al norte de Italia y cercano a la frontera con Suiza. Y es que la investigación corre a cuenta de John Woodcock, un magistrado de padre inglés y madre napolitana conocido en Italia por su ensañamiento con la gente VIP.
Por desgracia, ésta no es la primera vez que Víctor Manuel de Saboya se ve envuelto en un problema con la justicia. En la década de los setenta también fue arrestado y juzgado por un homicidio involuntario del que después saldría absuelto. Su hijo, Enmanuel Filiberto, ha asegurado que hará una huelga de hambre como protesta por la detención contra su padre, aunque se ha conocido que en una segunda vía del sumario también se está investigando al propio Filiberto y a Simeón de Bulgaria.