El Papa Juan Pablo II será inhumado directamente en la tierra de las grutas vaticanas y no en un sarcófago, según anunció hoy el portavoz de la Santa Sede, Joaquín Navarro Valls. Asimismo, también se ha precisado que el enterramiento será muy sencillo -"una ceremonia sobria, simple, en estilo evangélico", por su expreso deseo- y que en su lápida será escrito el nombre y las fechas del pontificado. El féretro será depositado en el mismo lugar donde estuvo enterrado durante casi 30 años su predecesor al que tanto admiraba, Juan XXIII. El Pontífice cuyos restos fueron trasladados para su veneración hasta el altar de San Jerónimo de la basílica de San Pedro en el verano del 2001, después de que Juan Pablo II lo proclamara beato.
Juan Pablo II descansará, por lo tanto, en la misma cripta donde han sido enterrados 147 Papas a pocos metros de la tumba de San Pedro, al lado de Pablo VI, y frente al sarcófago de Juan Pablo I. Un lugar donde, ademá de las tumbas papales, se encuentran los sepulcros de un emperador, un rey, dos reinas y el «misterio del sarcófago español», denominado así porque no se sabe si los restos que contienen pertenecieron a Calixto VI o a Alejandro Borgia, ambos de la misma dinastía española.
La fumata blanca y el tañido de las campanas [La elección del nuevo Papa] será anunciada por primera vez no sólo por el famoso humo blanco, sino también por las campanas de la Basílica de San Pedro tocando a rebato, anunció el maestro de ceremonias de las celebraciones pontificias, Monseñor Piero Marini. Así, Cuando el sucesor de Juan Pablo II sea elegido, el mundo entero podrá saberlo gracias a que las campanas de la Basílica de San Pedro tendrán un sonido de fiesta. Marini, responsable de las celebraciones litúrgicas de la Santa Sede, explicó a los medios de comunicación que intentarán \"hacerlo mejor que en otras ocasiones, empezando por el funcionamiento de la estufa... Haremos todo lo posible para que el humo que salga de la Sixtina sea blanco y no como en la última ocasión que salió medio gris". Por último, anunció Monseñor Piero Marini, maestro de ceremonias de las celebraciones pontificáis, se ha decretado por primera vez en la historia que el espacio de Cónclave de los cardenales que elegirán al nuevo Papa se extenderá a la totalidad de la ciudad de Vaticano.
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