Con la respiración entrecortada y seis bolsas en la mano: de la compra, de la papelería, de la farmacia, de una tienda de regalos ... Viene a nuestro encuentro fortalecida por la idea de que la vida no le debe nada porque ya le ha dado un poco de todo. Marcada para siempre por la relación que mantuvo con el príncipe Felipe y, muy a su pesar, permanentemente en primera línea de la actualidad, Isabel Sartorius rompe un silencio de años para conceder la primera entrevista de su vida... Serena, pero inmensamente triste por la muerte de su padre, descubre sus sentimientos y nos hace partícipes de una vida que, ahora, llenan su hija, su familia y su trabajo.
-Algunas personas no se creerán de verdad que trabaja, con un horario y en una oficina.
Habrá gente que no se lo crea, pero la verdad es que, desde hace casi cinco años, trabajo como directora de Relaciones Institucionales de la Fundación Ebro-Puleva. Y, como el nombre indica, mi responsabilidad es la de establecer contacto con organismos privados, públicos u oficiales que nos ayuden con nuestras campañas de salud y nutrición. Intentamos atajar, desde la prevención y de la educación, las enfermedades del mañana. Educamos para la salud y nos gusta pensar en cómo prevenir las enfermedades. Sabemos que el 80% de los desequilibrios del cuerpo proviene del estómago y que, en consecuencia, es importantísimo lo que comemos. Por ello tratamos de concienciar a los españoles, especialmente a los niños, de que las enfermedades se pueden prevenir y de que sin salud no hay calidad de vida.
-Parece una tarea difícil...
Si los buenos hábitos se adquieren en el ámbito familiar y escolar, cuando los niños se hagan mayores, éstos no permitirán que los medios de comunicación cambien su escala de valores. Por ello, nuestra labor está centrada en la prevención de la bulimia, la anorexia, los problemas cardiovasculares, la osteoporosis, etc. El abordaje de los trastornos de la alimentación de la juventud española puede realizarse desde la enfermedad o desde la salud. Nosotros preferimos hacerlo desde la salud porque estamos convencidos de que es una manera más de que el ser humano tenga una buena calidad de vida.
-¿Y la mejor calidad de vida no es no hacer nada? ¿Usted se imagina la vida sin trabajar?
¿Y quién no? Por supuesto que no me imagino de compras a todas horas y sin hacer nada. Pero sí estudiando, matriculándome en mil cursos, trabajando por libre con alguna ONG y leyendo mucho, que me apasiona.
-Siempre se ha dicho que es usted una lectora empedernida, pero de todas las horas del día ¿cuándo se siente más feliz con un libro entre las manos?
Cuando estoy tranquila.