En septiembre de 1996, Carolyn Bessette sentó las bases de lo que dos décadas más tarde sería uno de los looks nupciales más buscados por novias e invitadas. La modelo se casó con John John Kennedy enfundada en un inolvidable slip-dress de seda blanca firmado por Narciso Rodríguez para Cerruti que sentó cátedra en el mundo nupcial. Dos años más tarde, Cindy Crawford siguió su estela y se casó con Rande Gerber a pie de playa enfundada en un vestido lencero de corte mini. La versión contemporánea de las novias minimales la encontramos en Arizona Muse o Alessandra de Osma, que tambien siguieron en sus respectivas bodas los mismos patrones nupciales que sus predecesoras: vestidos satinados en tonos neutros, escote en 'v' y tirantes spaghetti. Sin embargo, la fórmula para esta primavera ha cambiado y los diseñadores proponen viajar al año 2005 para encontrar las claves de la nueva temporada.
Situémonos hace 14 años en la ciudad de Nueva York. La pasarela internacional más famosa del mundo acogía el desfile de uno de sus estandartes patrios. Ralph Lauren ofrecía su propia visión de la elegancia en su colección prêt-à-porter otoño-invierno 2005-2006 con una selección de prendas que nada tendrían que envidiar a los diseños actuales. Entre trajes sastre masculinos, estampados pata de gallo y una gama de tonos oscuros, destacaban unos vestidos de noche envueltos en satén, blanco y plata de inspiración nupcial. La modelo rusa Valentina Zelyaeva (en la imagen superior) mostraba al mundo todo el poder de seducción que escondía un slip-dress de cuello halter cruzado. Un diseño que, como si se tratase de una premonición, sería el prototipo lencero que se impondría en la industria bridal años después. Esto no hace nada más que reafirmar las bases de una moda cíclica y de la atemporalidad de la que hacen gala los diseños del modisto neoyorkino. Como puedes comprobar, los diseñadores de hoy en día rompen con los cortes tradicionales y se inspiran en esta nostálgica silueta del año 2005.
Ze García es uno de sus firmes defensores y nos lo muestra en Doma, su nueva colección nupcial. Entre vestidos camiseros y escotes bustier, se encuentra la versión más sofisticada del slip-dress, donde la clave está en el escote. Las clásicas aberturas en forma de 'v' que tan de moda estaban hasta hace unos meses, se transforman en tirantes cruzados al cuello a modo de escote halter, sin perder en ningún caso la inconfundible esencia lencera que caracterizan a este tipo de diseños. En el caso del modelo que propone el modisto catalán, es su leve asimetría en los tirantes lo que le hace aún más especial.
Este tipo de escotes siempre han estado en voga en la industria nupcial y más, desde que Meghan Markle soprendió en su boda con un segundo look de novia de similares características. Fue obra de Stella McCartney y cumplía con los requisitos básicos de un cuello halter, anudado al cuello de la manera tradicional. Sin embargo, otras firmas como Pronovias renuevan este concepto de cara a la nueva temporada, incorporando en su nueva colección un diseño lencero muy especial. Y es que incorpora unos tirantes cruzados que confluyen en la nuca y se rematan en una gran lazada de efecto cascada que caen por una espalda completamente al descubierto. Este vestido ajustado, confeccionado en crepé y detalles de raso promete ser otra de las referencias de la primavera.