El relevo del palabra de honor: ¿te atreves con corpiños y otros diseños sin tirantes?
Firmas nupciales como Berta están centrando su atención en distintas fórmulas para potenciar los escotes más sensuales de la temporada
El escote corazón es una tendencia que se resiste a pasar de moda entre las novias y en la que han puesto especial hincapié para el nuevo año firmas nupciales como Berta. Tal y como pudimos observar en la pasada edición de la New York Bridal Fashion Week, este sello estadounidense ha apostado todo a una sola carta gracias a vestidos con un punto sensual que no se ciñen al palabra de honor más convencional. En su lugar, lo reinventa a través de nuevas fórmulas que potencian sus líneas sin renunciar a su esencia para su útlima colección, a la que ha bautizado con el nombre de Muse 2019 Barcelona.
El nuevo bustier
Tras el éxito rotundo visto en pasarela y en street-style hace varias temporadas gracias a firmas como Dior, que hizo del bustier una nueva seña de identidad, estos corpiños lenceros se integran en los vestidos de novia sin miedo a resultar demasiado sensuales, ya que se contrarrestan con detalles románticos como bordados florales, tejidos de plumeti o grandes lazadas de tul sobre los hombros a modo de tirantes. Si Karlie Kloss, Chiara Ferragni o Alex Rivière ya eran algunas de las asiduas a este tipo de corsés del siglo XXI para asistir a muchos de sus eventos y alfombras rojas, ahora también lo serán para las novias que planean pasar por el altar a lo largo de 2019.
El escote corazón con vocación de Bardot
Los diseños de la Berta Balilti, la directora creativa de su firma homónima, se caracterizan por su estilo vanguardista, siempre a prueba de las barreras y los límites del diseño moderno. Su estilo es famoso por su atrevimiento, por empoderar a una mujer sexy y por incorporar materiales vintage y toques de estilo retro como este escote corazón con vocación de Bardot, una de las siluetas más características de los años 50. Y es que, a partir de los corpiños de esta nueva colección, capaces de realzar la silueta femenina, se incorporan volantes cortados al bies que simulan ese estilo lady tan característico de las mujeres más elegantes de hace siete décadas.
Capelinas para vestidos dos en uno
Esta firma también ha ideado sus propios recursos para sacar partido a un mismo diseño, transformándolo en dos piezas totalmente diferentes y aptas para distintos momentos de la boda. Esta propuesta, por ejemplo, puede servir de inspiración para novias que no se quieren complicar en encontrar un segundo vestido de novia. La solución reside en tomar como base uno de los diseños lenceros con de escote corazón y rematarlo con una chaqueta ligera o una capelina corta. El único requisito imprescindible es que tenga un tejido semistransparente para dejar intuir lo que hay por debajo. En este caso, Berta los ha bordado de forma estratégica con detalles joya que se funden en el cuerpo como una segunda piel. En un momento dado, tras la ceremonia, la novia podrá prescindir de este segundo elemento y mostrar durante la fiesta el corpiño con pronunciado escote en todo su esplendor.
El nuevo concepto off-the-shoulder
Los escotes en forma de corazón ideados por la firma Berta dan un giro femenino y seductor deshaciéndose de los eternos tirantes y apostando por pequeñas mangas que se ciñen al brazo y se mimetizan con el vestido a través de las texturas. Sus propuestas se componen de diseños con tejidos que huyen del minimalismo y se dejan seducir por la tendencia barroca. Bordados, encajes y brocados se apoderan de estos vestidos de líneas puras, siluetas sirena y de unos escotes en forma de corazón que, como decimos, se hacen los dueños de esta nueva colección.
La revolución de los tirantes en los escotes corazón
En ocasiones, hay una delgada línea que separa los diferentes tipos de escotes. Si en el caso anterior hemos hablado de pequeñas mangas que nacen del propio corpiño, en esta ocasión ocurre lo mismo, salvo que se utilizan unos finos tirantes que se dejan caer de forma despreocupada por el brazo. Del este modo, se funden en el vestido revistiéndose con los mismos bordados florales para dar sensación de unidad.