Todas las temporadas miramos con lupa las tendencias en anillos de compromiso: nos sabemos (casi) de memoria las diferencias entre un tipo de piedra y otra, cómo evaluar la calidad de un diamante a simple vista, o los distintos matices que existen entre el oro rosa, el blanco y el amarillo. El anillo de compromiso ha cambiado muchísimo a través de los años, y hoy es posible adquirir modelos de prácticamente cualquier época, desde las monturas sencillas de los años 60, a los diamantes tipo lágrima, el solitario, el diamante cushion o las piedras de color.
Lo que suele quedarse al margen de este vaivén de tendencias son las alianzas; se da por sentado que son todas más o menos iguales, una banda de metal, normalmente de oro amarillo, que apenas ha sufrido modificaciones desde hace décadas. Hasta que nos decidimos a adquirir unas, claro. Es entonces cuando la imagen da la alianza matrimonial que traíamos 'de serie' suele abrirse a todo un universo nuevo, que abarca un espectro mucho más amplio de opciones. "El anillo que ha triunfado durante generaciones ha sido sin lugar a dudas la media caña; es la alianza de boda por excelencia", explican desde Argyor, una firma de joyería española de Zaragoza con gran tradición, que fabrica nada menos que un tercio de las alianzas con las que se casan los novios españoles; entre ellos Kiko Rivera e Irene Rosales, que optaron precisamente por un anillo de media caña y otro bicolor en su boda a principios de octubre.
Sin embargo, explican desde esta joyería española, lo que buscan las parejas que se casan hoy son diseños cada vez más personalizados, acorde con el espíritu de las bodas millenial que tienden a ser lo más únicas posible, incluso si ello implica alejarse de la tradición. "Lo que buscan son anillos cómodos pero originales, especialmente los diseños de anchura media y con combinación de colores y acabados. Además, el clásico pulido brillante ha dejado paso a acabados mate". Es decir, en lugar de la alianza brillante de toda la vida triunfan las terminaciones satinadas, y el brillo se reduce solamente a los detalles, como ribetes o rebajes.
Las opciones de personalización varían de una joyería a otra, aunque en líneas generales es frecuente que se nos deje decicir los rasgos que tendrá la alianza de manera individual. Este encargo se hace a medida, para que no haya dos alianzas iguales... o casi. "En cuanto a la forma, se puede optar por un modelo plano, redondeado o de media caña", explican desde el esta firma, "e incluir detalles como surcos, bandas o biseles; elegir entre oro amarillo, blanco y rosa, o la combinación de los tres, o crear diferentes composiciones con incrustaciones de diamantes en talla brillante o princesa". Solamente en sus talleres encontramos hasta 1.600 combinaciones distintas de alianza con todos estos rasgos. Quizá sí que haya dos iguales, al fin y al cabo, aunque será difícil cruzarnos con una idéntica a la nuestra.
LA ALIANZA DE ORO SIGUE SIENDO LA GRAN FAVORITA
A pesar de todo, la alianza de oro sigue siendo un bestseller y no parece que vaya a cambiar. "El oro continúa siendo el metal noble preferido a la hora de elegir las alianzas", puntualizan. "Más del 90% de las bodas se celebran con alianzas de oro". El motivo, según nos explican, es por el simbolismo y tradición que suelen acompañar a este metal, y que le asignamos de manera casi mecánica. "Por su escasez, brillo y color, el oro representa la belleza y la felicidad. Además tiene características técnicas que le otorgan múltiples atributos positivos, porque no se oxida, resiste el paso de los años y no pierde valor, que es otro motivo por el que se le suele vincular a la fidelidad y la permanencia".
Además de su simbolismo y sus vinculaciones con la idea del amor y del matrimonio, el oro es un tipo de metal que permite trabajar con él con maestría técnica y artesanal. "Permite ampliar todavía más sus posibilidades, por diseño y por color: si los novios quieren evitar el dorado pueden elegir alianzas en el llamado oro rosa u oro blanco".
LA TENDENCIA DE LAS ALIANZAS DIFERENTES
Lo que sí que parece haber calado, además de la personalización de los anillos, es la tendencia de elegir parejas de alianzas que sean similares pero tengan rasgos diferentes para él y ella. Una joya para el hombre y otra para la mujer. "Es una tendencia que comenzó hace unos años y cada temporada comprobamos que va en aumento. Ellas prefieren los diseños con diamante, y recientemente están ganando protagonismo las medias alianzas con diamantes engastados en todo el brazo del anillo en forma de media vuelta o vuelta completa". Para los hombres, los diseños lisos y sin piedras, normalmente en el mismo tipo de metal que el anillo de ella.
Uno de los motivos por los que estas joyas tienden a personalizarse cada vez más, no ya para cada pareja sino para cada miembro de la pareja, es que se trata de piezas un tanto únicas, que no se parecen al resto de joyas que llevamos: están cargadas de simbolismo y las llevamos cada día. A diferencia de otras joyas, anillos e incluso relojes, su principal función no es la de ser un accesorio; y, sin embargo, comparten muchos rasgos con estos complementos.
"Tanto la alianza como el anillo de compromiso tienen un significado especial y nos acompañan toda la vida. Solemos aconsejar a la novia que elija modelos que le apasionen y con los que se identifique y se sienta cómoda, independientemente de cómo los vaya a combinar después". También es frecuente que a estas dos primeras joyas que marcan el inicio del matrimonio, la alianza y el anillo de compromiso, a través de los años vayan sumándose otras, como por ejemplo los anillos de aniversario. "Ninguna debería condicionar al resto". Todas, explican, tienen un significado e importancia especial.
"Actualmente es muy sencillo encontrar una alianza combinable porque los diseños pueden encargarse en varios colores y engastes de diamante que ayudan a encajar con cualquier look de joyería. Nuestro consejo es que no se obsesionen con elegir el mismo diseño para ambos, y que adapten la forma y anchura a su ergonomía, por estética y comodidad. También que elijan el tono que más les guste, aunque sea diferente al de su pareja, y que no crean que por no elegir diamantes su diseño el anillo no puede ser creativo: hay un montón de detalles y acabados que pueden añadir para imprimir su propio carácter a la alianza".