'Wedding cakes' llenos de flores, inspirados en la primavera
Las flores naturales, el 'fondant' y las acuarelas son las tendencias más bonitas en repostería nupcial para esta temporada
Apenas un par de días después del estreno de la primavera, nuestros ojos se han posado automáticamente en las nuevas flores que llegan con la estación con más color del año. Por algo en estos meses comienza la temporada alta de bodas: las temperaturas son más cálidas, los días más largos. Y las flores, esas grandes protagonistas de la decoración nupcial, atraviesan su mejor momento, convirtiendo cada rinconcito de la boda en un espectacular jardín con colores únicos.
Los pasteles de boda primaverales siguen esta misma línea decorativa: llenos de colores, luz y aromas inesperados, con rellenos deliciosos y toppings cuajados de flores, las tendencias de primavera en repostería nupcial son un jardín de alternativas a las que se suman algunas de las wedding trends y tecnologías de la alta cocina más punteras. Los meses de marzo a junio se prestan especialmente a la aparición de diseños florales, ya que es en esta época cuando las flores naturales resisten mejor a la tempertatura exterior, sacando todo su potencial en el terreno de las artes decorativas, especialmente si optamos por los toppers al natural en lugar de las clásicas reproducciones de azúcar.
A la hora de hablar de tendencias, la más potente y la que ha gando más adeptas entre las novias tanto en la bridal week de Nueva York como a este lado del Atlántico, es precisamente ésta: la de las grandes flores naturales, a veces en consonancia con el ramo aunque no necesariamente, y que adornan las creaciones reposteras en lugar de otros elementos más clásicos, como las figuras de los novios. Una tendencia que en el pasado optaba por variantes de flor muy clásicas -las rosas blancas o rojas-, pero que hoy en día se adapta a las necesidades deco de la novia, con ramilletes de flores silvestres, que combinan especialmente bien con el naked wedding cake con bizcocho al aire, así como con detalles de frutas del bosque o reproducciones en mazapán con barniz comestible en cereza, limón o mandarina, u otras especies más exóticas, como las orquídeas. La peonía, un bestseller nupcial que lleva varios años arrasando entre los ramos de novia, también tiene su hueco coronando este tipo de creaciones couture. Para conseguir un acabado perfecto, busca dos proveedores -repostero y florista-, que trabajen de manera conjunta.
Otra tendencia es la flor de fondant hiperrealista, que también ha ganado en complejidad, con diseños que reproducen casi a la perfección la belleza de las flores naturales. Este tipo de flor permite extender el uso de la decoración floral a los meses de verano, sin necesidad de estar pendientes de la temperatura exterior -sobre todo en las bodas al aire libre, en un jardín o en la playa-, o las necesidades de conservación de las flores, que a veces tienen que pasar la noche previa a la boda en una cámara frigorífica. Este tipo de diseños funcionan de maravilla sobre los pasteles de varios pisos, además de las tartas cuajadas de flores en el exterior, estilo ruffles, o con efecto ombré en tonos pastel.
La tercera gran tendencia de la temporada es la acuarela comestible, aplicada sobre el icing del pastel -este efecto se puede reproducir tanto en pasteles con cobertura fondant como con crema de mantequilla-, y que crea efectos sorprendentes, mezclando colores que sirven de base para un diseño floral, o con flores diminutas pintadas directamente sobre la cobertura de azúcar, y que muchas veces se utilizan para recrear el efecto de la porcelana francesa. Combínalas sobre fondos marfil o en blanco puro, y añade una nota minimalista con acabados metalizados en color oro o plata.
'FLOWER TRENDS': peonías, amapolas, ranúnculo, dalias, orquídeas, suculentas, hoja verde.
'COLOR TRENDS': busca el equilibrio con el resto de la decoración de la boda, especialmente los demás arreglos florales, y la iluminación. Los colores con los que guiarte este 2015 son el malva, el azul empolvado, el blush y el amarillo limón, además del color vino o marsala, que parece haberse apoderado de todas las tendencias nupciales del año.