Lencería 'all white' para novias de invierno
De las prendas moldeadoras al corsé o el bustier: las prendas íntimas más 'sexys' para las novias de la temporada
La presentación de Dita von Teese de su colección de lencería para Bloomingdale's, con un twist ultra sexy, detalles de encaje, tirantes y aberturas que dejan resquicios a la imaginación, adelantaba una de las tendencias más populares sobre las pasarelas de novia: la de la lencería al aire, en forma de vestidos de novia lenceros, con faldas larguísimas en satén de seda y detalles de encaje que replican los de las prendas interiores, y las sacan de dentro hacia afuera.
Los vestidos de novia lenceros han evolucionado en las últimas temporadas: la maison Valentino presentaba hace unas semanas su colección de Alta Costura por adelantado en Nueva York -el calendario oficial de la Haute Couture tiene lugar en París a finales de enero-, y en ella abundaban las transparencias, con camisas ligeras de texturas etéreas, que dejaban las piezas de lencería al aire. Una moda que tiene poca cabida en el escenario nupcial al margen del traje lencero, pero que sí destapa el mimo y el cuidado que ponemos hoy en día al elegir nuestra lencería y prendas interiores, especialmente en una fecha tan señalada.
En las colecciones de lencería de novia, enfocadas en gran medida hacia el terreno de la corsetería, abundan las prendas moldeadoras de nueva generación, que ayudan a que el vestido nos siente como un guante, borrando al máximo las marquitas y costuras que a veces se asoman bajo la ropa en las prendas de encaje más delicadas, y marcando el contorno del cuerpo. A pesar de que tradicionalmente estas prendas evitaban adentrarse en el terreno de la lencería fina, apostando meramente por las piezas funcionales de gran sujeción, hoy encontramos prendas de corsetería tan bonitas o más como las de la lencería convencional, con firmas de alta gama como La Perla apostando por piezas de microfibra moldeadora combinada con preciosos detalles y acabados de Chantilly, que cumplen su función y al mismo tiempos nos hacen sentir como auténticas princesas por dentro de nuestro vestido.
La lencería de novia suele venir marcada por el color, casi siempre en blanco, marfil o en un tono nude similar al de nuestra piel, para evitar efectos indeseados bajo una luz tramposa o frente al flash del fotógrafo. Las proporciones tanto del vestido como de nuestra silueta también influyen en la decisión a la hora de decantarse por un modelo u otro: por ejemplo, una falda amplia, de estilo princesa o con muchas capas superpuestas de tul, pide un tipo de lencería que acentúe la cintura, como un bustier o un corsé, mientras que un vestido de tubo, con falda recta o incluso sirena, más traicioneros, requieren de prendas interiores lisas y sin costuras, y detalles de encaje de alta tecnología completamente planos, que dejen que el tejido fluya libremente a lo largo de la piel.
En lo que respecta a los sujetadores, la palabra estrella es la misma que en nuestra vida diaria: 'comodidad'. Los modelos de nueva generación suelen tender a la versatilidad, admitiendo variaciones en una misma pieza, que se adaptan a las necesidades del vestido: con o sin tirantes, bandeau, con modalidades pensadas para vestidos strapless, adhesivos estratégicos, con espalda al aire que se abrochan a la altura de la cintura o incluso con un único tirante asimétrico cruzado. En los vestidos más estructurados, es posible que el vestido no requiera de sujetador, ya que en ocasiones conceden suficiente soporte al área del pecho.
También existe la posibilidad de solicitar en el mismo taller un sistema de sujeción que vaya incorporado al interior del vestido, algo especialmente útil si el traje de novia tiene un cuello algo más complicado, como un escote caído. Un ejemplo excelente de lencería inteligente lo encontramos no en una novia, sino en una dama de honor, quizá una de las más comentadas de la década: la de Pippa Middleton, que generaba un torrente de comentarios enfundada en su diseño de Sarah Burton de color blanco en la boda de los Duques de Cambridge, con un modelo ajustado al que no se asomaba ni una marquita de ropa interior, combinado con un complicado escote caído en forma de 'u'.
1. Body completo con efecto moldeador. 2. Sujetador balconette con relleno con diseño color-block en blanco y soft pink. 3. Sujetador combinado con relleno y capa superior de encaje en forma de triángulo. 4. Shorts de microfibra modelo Commando, cortados al láser de una sola pieza y sin costuras, en color nude neutro. 5. Liga de novia de inspiración años 30, con encaje y lentejuelas. 6. Sujetador todo en uno, convertible en cuatro modelos diferentes (regular, strapless, halter y a un hombro), y espalda ligeramente abierta. Todo de La Perla.