Aunque hay muchas otras novias-it que parecen haberle robado el puesto a posible novia del año -Angelina Jolie o Amal Clooney entre otras-, la modelo Poppy Delevingne, hermanísima de Cara Delevingne, era de las primeras en pasar por el altar al inicio de la temporada nupcial, haciéndolo nada menos que por partida doble: primero con una discreta ceremonia en Londres, y más tarde con una espléndida fiesta de varios días en Marruecos. Su vestido para esta ocasión tan exótica: un diseño de Emilio Pucci en gasa salteada con flores de colores pastel, mangas abullonadas y escote de acabado hippie chic.
VER GALERÍA VESTIDOS ESTAMPADOS: En rojo brillante, púrpura, blanco y soft pink. Vistos en las colecciones de Isola Marras, Dolce & Gabbana, Rochas y Monique Lhuillier
Los vestidos de novia con flores no son lo que eran: tradicionalmente, los detalles florales se han reservado a los bordados de encaje y brocados, con pocos diseños atreviéndose a hacer algo diferente con la tendencia del vestido de novia bouquet. El vestido de Poppy, lejos de ser un traje convencional, se acerca más a los diseños salidos de la pasarela, especialmente los modelos presentes en las colecciones primavera-verano, donde abundan las faldas XL hasta los pies, con cortes ultraligeros, tirantes finísimos y looks etéreos, perfectos para combinar con los románticos estampados florales.
Las ramitas con flores de almendro de la colección bridal de invierno de Reem Acra para 2015
Entre las colecciones más recientes que nos han dejado ejemplos preciosos de novias bouquet: la última colección primavera-verano de Alberta Ferretti se convertía en un bestseller gracias a sus vestidos de gasa de seda en blanco -con algún que otro guiño al verde oliva o el naranja-, con faldas largas y mini aberturas, y bordados de flores de colores primaverales a lo largo del cuerpo. También han triunfado los vestidos de falda abombada y largo midi de Oscar de la Renta para el verano que viene, los vestidos de colores vibrantes en rojo y púrpura con estampados de Dolce & Gabbana, o las toreras y chaquetas con flores 3D de Karl Lagerfeld para Chanel.
Volantes que se transforman en flores, de la colección de novia de Juana Martín para 2015
La pasarela no es la única que nos inspira vestidos de novia de ensueño con fragancia a rosas o camelias: la flor preferida de Coco Chanel se convierte en el tema central de la nueva colección de Rosa Clará para el año que viene, con bordados que multiplican esta flor de origen tropical y pétalos en blanco puro a lo largo de la cintura y las mangas, convirtiendo el vestido en una extensión del ramo de novia. Pronovias hace lo propio, explorando por primera vez en sus cincuenta años de historia los vestidos de novia con color, con tonalidades bordados de cristales y strass en forma de ramitas de almendro en rosa, verde hierba y azul bebé, que se prolongan hasta el peinado y dan a la novia un seductor aire de misterio.
La colección de Alberta Ferretti, con gasa blanca con flores de colores, arrasó el verano pasado
Jesús Peiró tampoco escatima con las novias que transforman el tejido de su vestido en un pequeño jardín ambulante, con arriesgadas espaldas abiertas que delimitan piel con piel con flores de pétalos brillantes y destellos de oro. La que más se recrea en esta tendencia: la diseñadora Juana Martín, que transforma el tradicional faralae en una oportunidad para prolongar la fragancia de las flores a mangas, hombros, bajos y caderas.
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