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Mary de Dinamarca, con un tocado morado con plumas y broche complementando un traje neutro
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Tocado en espiral con pedrería y lentejuelas, de Reyes Hellín
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Dos de los miembros de la Realeza que más arriesgan con sus tocados: Matilde de Bélgica y Máxima de Holanda
Mary de Dinamarca, con un tocado morado con plumas y broche complementando un traje neutro
Las pamelas y sombreros son, tradicionalmente, dos de los accesorios de boda preferidos por las españolas, especialmente en las bodas de mañana; en las de tarde el protocolo recomienda evitarlos, sustituyéndolos por una diadema o un tocado más discreto (la pamela sirve para proteger del sol mientras que el tocado se considera simplemente un adorno para el cabello), aunque, como hemos visto en alguna ocasión, a veces el protocolo está para saltárselo. Estas piezas. generalmente de taller y confeccionadas artesanalmente -aunque hoy en día muchos modelos se pueden comprar en tiendas regulares, con diseño 'a granel'-, sirven para darle un giro a los vestidos de boda, permitiendo flexibilizar el armario de fiesta con tan sólo unas pocas prendas básicas: por ejemplo, una única falda, varios tops y un par de sombreros dan lugar a decenas de combinaciones.
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Tocado en espiral con pedrería y lentejuelas, de Reyes Hellín
Los tocados y sombreros sirven para acompañar un little black dress, por ejemplo, o un bandage dress: prendas todoterreno que, sin ser necesariamente festivas, se elevan a la categoría de ceremonia con la pieza de sombrereía adecuada. En Reino Unido, así como entre las royals europeas, el tocado tiene casi tanta historia como en España, a diferencia de Estados Unidos, donde la diadema y las tendencias de temporada suelen ser lo que marca qué se ponen a la cabeza las invitadas de boda, independientemene del timing de la ceremonia, o el resto de normas que dominan este tipo de accesorios y que tienen tanto que ver con el tamaño y forma de la pieza, como con su capacidad para compensar la silueta o el color, a juego o no co el resto del outfit.
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Erin O'Connor con tocado lateral de plumas. Emmy Rossum, con diadema en la fiesta de 'Vanity Fair'
Erin O'Connor con tocado lateral de plumas. Emmy Rossum, con diadema en la fiesta de 'Vanity Fair'
Hablando de royals: es precisamente el dresscode que normalmente rige los armarios de los miembros de la realeza lo que permite un amplio abanico de posibilidades en lo que a sombreros y tocados se refiere, especialmente en los eventos y actos protocolarios que se celebran mañana. Todas las cuestiones de protocolo, de hecho, se resuelven entonces sin dejar lugar a dudas, al tiempo que se marcan las tendencias en el uso de este accesorio, gracias a la visión avant garde de algunos de los rostros de la realeza. Es el caso por ejemplo de la pamela naranja de Matilde de Bélgica, o el turbante que lucía hace sólo unos meses, así como el tocado en forma de acento minimalista de Máxima de Holanda, y que es muy similar al que Beatrice Borromeo llevaba a la boda de Félix de Luxemburgo y Claire Lademacher.
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Dos de los miembros de la Realeza que más arriesgan con sus tocados: Matilde de Bélgica y Máxima de Holanda
En la facción más clásica de esta tendencia: Mary de Dinamarca y la Duquesa de Cambridge, más discretas y con predilección por los colores neutros y las piezas recogidas y cerradas.
Elegimos doce tocados perfectos para invitadas de otoño en la galería de imágenes.
Elegimos doce tocados perfectos para invitadas de otoño en la galería de imágenes.