A diferencia de su hermana Magdalena, a quién es habitual ver luciendo una larga melena dorada sobre los hombros, la heredera al trono sueco, la princesa Victoria de Suecia, es fiel al pelo recogido casi en cualquier ocasión. Basta con echar un vistazo a la mayoría de apariciones públicas, ceremonias, bodas o actos oficiales en los que la joven sueca ha hecho acto de presencia en los útimos años, para percatarse de esta tendencia, que es casi una constante en cada uno de sus looks.
Los moños, casi siempre rematados con tiaras o diademas de piedras preciosas, son la seña de identidad de la futura monarca, que ha permanecido fiel al cabello perfectamente recogido y pulido como un espejo prácticamente desde 2005, curiosamente el mismo año en que reconocía públicamente su relación con el que había sido su entrenador personal -y que se acabaría convirtiendo en marido en 2010-, Daniel Westling, tras tres años de rumores.
La princesa, que optaba también por el recogido en el día de su boda, se convierte en el ejemplo perfecto a la hora de recrear un peinado de cierta envergadura, coronado por alguna pieza de joyería, o incluso apliques de cabello trenzado. El más espectacular hasta la fecha: el que le veíamos lucir en la cena de gala de la entrega de los Premios Nobel de 2012, en Estocolmo, que desvelaba un complejo entramado de trenzas en diferentes grosores sobre la nuca, combinando una diadema con un broche de diamantes y esmeraldas.
¿Qué te parece el estilo de la futura Reina de Suecia?
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