Dos galletas de macaron con ganache entre medias: una receta sencilla, que en plenos años 30 revolucionaba a las clases altas de la sociedad parisina con la fundación de Ladurée, uno de los primeros salones de té de París, que conjugaba en un mismo espacio la cafetería tradicional con una confitería y pastelería familiar.
Sus nuevos 'packs' para bodas están pensados para regalar a los invitados
Desde entonces, los macarons de Ladurée se han convertido en un pequeño lujo, un delicioso bocado de colores para miles de amantes de este pequeño dulce francés, con una carta de sabores que oscila entre la tradición y las novedades de temporada, además de pequeñas adiciones exclusivas por fechas tan especiales como Navidad o San Valentín.
El servicio de catering permite pequeños eventos y cócteles
De entre sus muchas creaciones, sin duda el más interesante para las novias que quieran una boda inspirada en Marie Antoinette, es el pequeño pack para bodas creado recientemente por la confitería: cajitas de uno, dos o cuatro macarons, que se pueden encargar a gran escala, y hacen las veces de irresistible detalle para los invitados, y que se pueden combinar con alguna de las velas de su catálogo con esencia a mimosa, naranja, regaliz, praliné, café crema o brioche.
Una idea relativamente reciente, aunque no es la única: sus salones, emplazados en los Campos Elíseos, la rue Royale o el bulevar Haussmann, permiten la celebración de eventos, y son ideales para albergar un pequeño cóctel de boda en la intimidad, tras darse el 'sí quiero' bajo la atenta mirada de la Torre Eiffel.