Un vestido muy dulce para Grace Kelly
Cannes homenajea a la desaparecida princesa de Mónaco con un vestido de novia de chocolate
No sólo de cine vive Cannes: la semana pasada, la ciudad más chic de la Riviera francesa mostraba su cara más dulce durante la celebración de la Feria Internacional del Chocolate. Un certamen sólo apto para los más golosos, con una pasarela de moda muy especial, que tenía como guinda un espectacular vestido de novia elaborado a base de cacao, inspirado en el que llevó Grace Kelly en el día de su boda.
La eterna figura de la actriz convertida en Princesa sigue dando que hablar 30 años después de su triste desaparición: su historia de amor junto a Rainiero de Mónaco se considera una de las románticas y memorables de los últimos tiempos, y es habitual que, cada cierto tiempo, vayan surgiendo homenajes a su figura, ya sea en forma de vestido de novia, muñeca de coleccionista o a modo de joya estilográfica imperecedera.
El vestido incorpora detalles de su vida como Princesa y como actriz
El Salón de Chocolate, que es en realidad un evento itinerante que ha pasado ya por Nueva York, Tokio o París antes de instalarse en la Costa Azul, homenajeaba así a la Princesa Gracia de Mónaco, con un vestido a imagen y semejanza del suyo propio, con corsé de chocolate, velo bordado y ramo de novia a juego, que incorporaba una reproducción del clásico rollo de película a modo de referencia a la carrera cinematográfica de la Princesa.
El vestido de novia original, firmado por la diseñadora norteamericana Helen Rose, encargada de crear gran parte del vestuario que la actriz luciría en sus películas durante su vida en Hollywood, se considera uno de los trajes de novia más bellos de la historia, inspirando a muchas novias a lo largo de las décadas posteriores. La parte superior, con cuello alto abotonado y manga larga de encaje, se repetiría décadas después en la boda entre Guillermo y Catalina de Inglaterra.