Un toque de picardía femenina, una cucharadita de glamour y una pizca de originalidad vintage: los tocados de inspiración romántica se han hecho dueños y señores de la temporada de otoño, convirtiéndose en el accesorio imprescindible a la hora de acudir a un evento de gala, una cena o una boda de temporada. Su punto fuerte: basta con 'dar el cambiazo' de uno por otro para darle un aire totalmente nuevo a un vestido que ya hayas usado antes.
Claro que su versatilidad no se limita sólo a tu fondo de armario de fiesta: al contrario que las pamelas y sombreros, el tocado sienta bien a cualquier hora del día, ya acudas a una boda de mañana o de tarde.
A la hora de acertar este otoño-invierno, lo mejor es atenerse a las gamas de colores propias de la estación. Los colores como el vino, el madreselva o el tierra casan a la perfección con las prendas y tejidos de temporada, especialmente si te decantas por los terciopelos, organzas, crines o fieltros en lugar de la rafia o seda.
Piedras preciosas, plumas, botones, flores, apliques en cristal... Echa a volar tu imaginación, pero, eso sí, con cabeza: si vas a llevar tocado, lo mejor será que aproveches la ocasión y explotes las ventajas de este accesorio, que permite compensar la figura o añadir centímetros de más, dependiendo de su tamaño y forma.
Nuestros favoritos: las bandas de estilo vintage inspiradas en los años 20 y 50, los discos XL y los adornos en forma de plumas naturales, como el faisán o el avestruz.