El relevo generacional de Marta y María Teresa Raich al frente de Novia D’Art sigue dando sus frutos entre las novias barcelonesas: su colección 2012, nacida, como todas las demás, en el corazón de la Ciudad Condal, respira y vive las raíces de su atelier, en pleno barrio de Gracia. Una muestra más del emblemático sello modernista, muy de 1900, que ofrece la ciudad, y que inspira a su vez a distinguidas y elegantes novias, con reminiscencias al icono de la gran pantalla Audrey Hepburn, en forma de vestidos largos con vuelo, y creaciones cortas o semicortas, bañadas en volantes vaporosos, blondas, transparencias gasas, tules y texturas deshilachadas. Un sueño romántico trasladado al siglo XXI, y en el que no faltaron detalles únicos, como las pinceladas en color rosa palo sobre un extenso catálogo de blancos, crudos y marfiles, y los detalles plateados, aplicados en bordados metalizados.
Aunque la popular firma fundada por Patricia Avendaño suele ser de las que más expectación genera, al concentrar un gran número de tops entre las filas de su particular casting (Adriana Karembeu, Naomi Campbell o Karolina Kurkova han vestido sus creaciones en ediciones anteriores), en esta ocasión ha sido Cabotine, con Gema Nicolás a la cabeza, la encargada de poner el acento más glamouroso a la jornada, contando con la presencia de la bellísima Nieves Álvarez entre sus modelos. Su colección para 2012 toma como punto de referencia la silueta de la mujer, enfocada desde una perspectiva sutil y naif, e impregnando cada prenda con un toque de ostentación y feminidad, que hace de esta colección de fiesta un referente imprescindible para la próxima temporada. Entre sus propuestas no faltan las cinturas ultraceñidas y las osadas mezclas de color, que recuerdan al amanecer estival. Destacamos: los detalles en nácar, las piedras naturales, las aplicaciones en forma de plumas de marabú y los estampados florales sobre organza de seda, que recuerdan a la pintura en acuarela.
Memorables han sido también los estampados de las ‘invitadas Avendaño’: si hasta ahora los topos se habían hecho un hueco firme en la pasarela Gaudí Novias, presentes casi siempre en forma de diminutos lunares bordados sobre tul, en ‘Perla’, su nueva colección, este tipo de print estrella invade las propuestas de cóctel, mano a mano con los motivos naturales en forma de flores y las llamativas combinaciones de color, que alternan rojos y violetas intensos con azules, blancos y negros. Los cortes y patronajes elevan las curvas femeninas a su máximo exponente, con vestidos de cintura estrecha y amplísimas faldas estructuradas, jugando con el rico diseño de los tejidos en forma de lorzas, bastas, drapeados y volantes, que hablan del glamour de los años 50.