Cibeles Madrid Novias 2012: Cintya Vila y Jorge Terra

Aires medievales y vanguardia tropical abren la segunda jornada de desfiles

Por hola.com


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Cintya Vila
, otro de los nuevos nombres de esta edición de la pasarela Cibeles Madrid Novias, ha sido la encargada de abrir la segunda y última jornada de desfiles. Sus propuestas para 2012, entre las que han dominado los colores vainilla y marfil, imponiéndose sobre el blanco puro habitual de las novias, beben de los aires medievales y barrocos, con faldas estructuradas, corpiños y delicados brocados. Destacamos: los preciosos tocados que han lucido las modelos sobre la pasarela, y entre los que no han faltado las plumas en colores granate y verde botella.

Por su parte, el diseñador Jorge Terra ha sabido marcar, una vez más, la diferencia, apostando por sorprender ya desde el minuto uno: un complicado triple moño, sujeto con enormes flores de tela, figuras de pájaros e incluso tocados en forma de jaula, ha sido el look escogido por el modisto, y que han lucido cada una de las modelos. Los accesorios tampoco han dejado hueco a la tradición: ramilletes de flores secas de tamaño oversize, enroscados en torno a cuello y muñecas, y decorados con enormes piezas de cristal, filigranas vintage y remaches metálicos. Una deslumbrante puesta en escena que, a pesar o por culpa de su espectacularidad, han restado algo de protagonismo a los diseños nupciales.

Los motivos florales han sido la constante en prácticamente todos los modelos, tanto en forma de pétalos y hojas bordados, como pintadas a mano a modo de ilustraciones sobre sedas multicolor. Las propuestas más extravagantes, que han mezclado siluetas diversas, como la sirena, el cancán y los volúmenes arquitectónicos con un toque Haute Couture, se desmarcan con voluminosas flores tropicales, que se escapan de la falda y estallan en el escote en un abanico de formas y colores.

Detalles que han brillado con luz propia: las perlas, que niegan toda superstición prendidas del escote y cadera; los cinturones, elaborados como una única pieza de cristal; y las espaldas abiertas, a modo trikini, que dejan campo abierto a la imaginación