Hace escasas semanas, el modelo serbio Andrej Pejic se convertía en la comidilla de los desfiles de Alta Costura de París tras ser elegido por el maestro Jean Paul Gaultier para cerrar su desfile, exclusivamente femenino, vistiendo nada menos que el legendario vestido de novia con el que el diseñador acostumbra a redondear sus colecciones de haute couture. Sus delicados rasgos, la delgadísima complexión física y su largo cabello color rubio platino han llevado a este modelo de 19 años a erigirse como uno de los primeros modelos capaces de meterse en la piel tanto de hombres como de mujeres sobre la pasarela, convirtiéndose en el máximo exponente de la tendencia unisex o andrógina presente en el mundo de la moda los últimos años.
Tanto revuelo, eso sí, provocó que el vestido pasase desapercibido para todo el mundo. O casi: por encima de la versatilidad y controversia del nuevo it-boy, la cantante Rihanna se enamoró del vestido de novia de Gaultier. Hasta tal punto que la estrella de Barbados, conocida por seguir siempre de cerca la moda y sus más rabiosas tendencias, no dudó a la hora de lucirlo a modo de vestido de noche en la ceremonia de los premios Grammy, celebrada hace unos días en Los Ángeles.
Confeccionado en franjas de ruffles de tul y transparencias, escote de hombros caídos y una cola corta, la cantante optó por no recargar el look, apostando por un sencillo par de pendientes y un anillo con camafeo como únicos accesorios. El cabello, que luce estos días teñido de un intenso color rojo, caía suelto en un corte tipo bob con media melena, muy diferente también del complicadísimo y voluminoso recogido, rematado con trenzas, plumas y un velo negro de tul, del modelo de pasarela.
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