Los invitados tampoco se quedan atrás: en lugar de regalar una televisión de plasma, ahora lo último son las donaciones en nombre de los recién casados a organizaciones no gubernamentales y grupos ecologistas. La asociación WWF, por ejemplo, cuenta con un gabinete de asesores para las parejas que prefieran una boda de bajo impacto medioambiental, y facilitan las donaciones desde su página web.
Claro que, al margen de todos estos detalles, siempre queda lo más importante: el look de la novia, ya sea de blanco o de verde, no tiene por qué lucir menos espectacular o chic en una boda eco que en una tradicional. La moda nupcial también se ha contagiado de la tendencia ecologista, y ya son muchas las novias que se apuntan al uso de la seda, algodón o bambú orgánicos en sus vestidos, o que rebuscan en el arcón familiar en busca de un vestido vintage, que no requiera de procesos textiles dañinos para el medioambiente. En lo que respecta a las 'joyas éticas, como el anillo de pedida, la alianza o incluso la gargantilla o pendientes de la novia, hoy en día también pueden adquirirse con facilidad diamantes y gemas de procedencia Fair Trade o joyas engastadas en metales preciosos reciclados.