¿Te imaginas una torre de diminutas réplicas de tu tarta nupcial? Es la última moda en pastelería en Nueva York, y ya se ha convertido en toda una tendencia en México y Londres: los cupcakes son la alternativa perfecta a la hora de tomar un dulce, de la forma más glamourosa y sofisticada. La mismísima Carrie Bradshow, el personaje interpretado por Sarah Jessica Parker en Sexo en Nueva York, era asidua a Magnolia Bakery, una pastelería emplazada en el corazón de la ciudad de los rascacielos, famosa por ser especialistas en este tipo de pasteles: vainilla, coco, limón, caramelo, moka
Su llegada al mundo de las tartas de boda no se ha hecho esperar, y ya son muchas las empresas pasteleras que se dedican a elaborar estas pequeñas y dulces joyas al antojo de las novias más chic.
Pero, ¿qué es un cupcake? Los cupcakes son pequeños pasteles en miniatura, una suerte de tartas individuales que sin duda harán las delicias de los invitados. Su textura es similar a la de un bizcocho muy esponjoso, y pueden llevar todo tipo de rellenos: fresa, chocolate blanco, violeta
Su punto fuerte: la cobertura, a base de azúcar, que permite hacer de cada pieza un detalle único para los comensales.
Este tipo de repostería, cada vez más extendida, puede adaptarse tanto a las bodas más cosmopolitas como a las exigencias de las novias más tradicionales, que sueñan con cortar junto a su príncipe azul la tarta de la boda. Aunque este original y divertido postre está pensado para ser degustado de forma individual, muchas pastelerías ofrecen preparar un pequeño pastel de mayores dimensiones para que no renunciéis a ese corte simbólico. ¿Te animas a darle un toque distinto a tu banquete de bodas?
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