Llega el verano, queremos disfrutar de los primeros rayos de sol pero… ¿sabemos a que tipos de radiaciones solares estamos expuestos? Desde el punto de vista físico, las tres radiaciones que llegan a la tierra son: la radiación ultravioleta (UV-A/UV-U), la luz solar y la radiación infrarroja-A (IR-A) y al igual que nos protegemos de los rayos UV-A debemos hacerlo de la radiación infarroja-A.
Las dos producen daños severos en la piel como el fotoenvejecimiento, manchas o alergias solares pero la radiación infrarroja-A llega además a tener efectos nocivos sobre la salud de la piel a largo plazo tal y como se desprende del estudio Environmental Healt Research Institute de la Universidad de Dusseldorf realizado por el Doctor Jean Krutmann.
Por todo ello, lo más importante es evitar el efecto prejudicial de los rayos solares ultravioletas e infrarrojos-A con la aplicación de protectores solares adecuados entre 20 y 30 minutos antes de la exposición al sol para que puedan ejercer todo su efecto. A la hora de elegir un fotoprotector es importante que esté formulado sin conservantes, sin colorantes, sin perfumes y sin emulsiones PEG (Propilenglicol, un compuesto orgánico usualmente insípido, inodoro e incoloro) ya que nos garantizan una exposición solar segura libre de alergias o manchas.
Ladival es, actualmente, el único fotoprotector que protege contra las radiaciones IR-A de forma científicamente probada. Tras años de investigación se sometió a un grupo de voluntarios sanos a esta radiación, que afecta a los mecanismos de defensa antioxidantes de las células, y se comprobó que la activación del MMP1 había sido menor en aquellos voluntarios que protegieron su piel con Ladival.
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