El 25 de marzo de 2006 se apagaba para siempre la voz de Rocío Dúrcal, una difícil pérdida para toda su familia y de la que su marido, Antonio Morales, nunca se recuperó. Hoy Junior nos ha dicho adiós y recordamos cómo fue hace ocho años esa multitudinaria despedida de la cantante y cómo los cubrimos en hola.com:
Rocío Dúrcal, dama de la canción; Marieta, dama de su familia y sus amigos. "Ya lo ves, la vida es así. Tú te vas..." y millones de admiradores se han quedado aquí para rendir homenaje a esta mujer noble que supo contagiar pasión a cuantos la conocieron. Primero fue un desfile inagotable de amigos y familiares que quisieron darle un último adiós en el Tanatorio de la Paz de Alcobendas. Luego, un funeral mucho más íntimo, al parecer organizado por la madre de Junior, al que acudió, entre otras, Isabel Preysler, siempre discreta. Y finalmente, un funeral al que han acudido, no sólo familiares y amigos, sino también hombres y mujeres anónimos que han querido acercarse hasta la puerta de la iglesia de los Sagrados Corazones, en el madrileño distrito de Chamartín, para rendir un cálido homenaje a una cantante que supo granjearse las simpatías de todos.
Concierto de dulces palabras para Marieta
En la puerta principal del templo muchos compañeros de profesión de Rocío Dúrcal quisieron brindar nuevas palabras de homenaje a Marieta. Laura Valenzuela se mostró emocionada ante el número de ciudadanos que se agolpaban a la entrada de la iglesia: "Doy fe de que esto está lleno de gente que viene porque la quieren. Ella era una maravilla". Una maravilla a la que dieron su último adiós Rosa Valenti, Pepe Rubio, Enrique Cornejo, María José Cantudo, Encarnita Polo, Pastora Soler, Aurora Bautista, Sara Montiel o Bárbara Rey, entre otros.
Óscar Lozano, ex marido de Carmen Morales (hija mayor de Rocío Dúrcal y Junior), también acudió a la ceremonia religiosa acompañado de su novia, la Miss España Vania Millán, y del pequeño Christian, de nueve años, el hijo que tuvo con Carmen Morales y primer nieto de Rocío Dúrcal, con el que tenía una relación muy especial.
'Una vida escrita en 61 páginas'
El funeral fue a puertas abiertas. Todo aquel que admirara a Rocío Dúrcal y quisiera entrar, pudo hacerlo sin trabas. El sacerdote, durante la homilía, recordó a todos los presentes: "Hay que dar gracias por esta vida escrita en 61 páginas" (en clara alusión a los 61 años que tenía Rocío Dúrcal cuando falleció. Cuando ha finalizado la ceremonia, el público (muchos de ellos, admiradores anónimos de la cantante) han irrumpido en un sentido aplauso en su honor y una ovación que a todos los asistentes han emocionado. Aunque el sacerdote ha pedido prudencia a la hora de saludar, y dar el pésame personalmente a la familia, finalmente eran demasiadas las personas que querían acercarse a ellos y han terminado "refugiándose" en la sacristía y recibiendo, poco a poco, el pésame de todas las personas que la quieren.
'Nos ha dado fuerza el cariño de la gente'
Con un cálido aplauso han querido reconfortar los hombres y mujeres que han acudido a la puerta de la iglesia a Junior. Acompañado por su hija Shaila, su hijo Antonio y su nuera, Edurne, Junior salió del templo muy emocionado. El dolor por haber perdido "la mitad de su vida" aún es demasiado intenso. Carmen Morales, por su parte, ha quiso agradecer todas las muestras de cariño que la familia ha sentido estos días: "El cariño de la gente es la que nos ha dado fuerzas". Óscar Lozano definió a su ex suegra como "la mujer más buena, más sencilla y humilde que he conocido en mi vida". Y en la calle se seguían multiplicando los halagos hacia Rocío Dúrcal -"un ser extraordinario", "una mujer insustituible"- ya sean por parte de amigos y compañeros de profesión, ya sean de los admiradores anónimos de la artista. Una dama de la canción con el corazón de oro.