Hace mucho tiempo que no les veíamos juntos, concretamente desde el pasado mes de julio, cuando Enrique Iglesias y Anna Kournikova se dejaban ver surcando las aguas de Miami en su barco particular, después de esas vacaciones ni rastro de la pareja. Enrique se embarcaba en una gira de conciertos, que le trajeron a España el 16 y el 17 de agosto y que continuó en Sudáfrica, Las Vegas, Nueva York… pero Anna no se dejó ver en ninguna de esas actuaciones, ni siquiera en la de nuestro país, donde sí pudimos ver a parte de la familia del cantante en la gala Starlite de Marbella, entre ellos a Isabel Preysler, Tamara Falcó o Ana Boyer.
Ahora y cinco meses después de su última aparición, Enrique y Anna se han dejado ver de nuevo juntos en el concierto Jingle Ball 2013, con el que Miami dio el pistoletazo de salida a la Navidad. Allí la pareja, posó en el backstage y aunque no lo hicieron solos, sino acompañados por algunos de los organizadores del evento, la pareja se mostró feliz y contenta, desmintiendo así los rumores que apuntaban a un posible distanciamiento entre ellos después de 12 años de noviazgo.
Los rumores en torno a una supuesta ruptura entre la cantante y la extenista surgieron a raíz de sus inexistentes apariciones públicas que se acrecentaron aún más cuando la actriz estadounidense Camilla Belle, conocida por mantener una relación en el 2010 con el tenista español Fernando Verdasco, quien actualmente mantiene un noviazgo con la hermana del cantante, Ana Boyer, se convirtió en la protagonista de su videoclip Heart Attack justo cuando los comentarios sobre una supuesta ruptura entre la pareja se encontraban en su punto más álgido. Sin embargo, y tal y como se demuestra en esta nueva aparición los rumores, rumores son, y Enrique y Ana siguen tan enamorados y felices como el primer día.
Lo suyo va tan en serio, que además de llevar más de una década de relación, estrenaban este verano nueva residencia en Miami, una mansión de 1.850 metros cuadrados repartidos en dos plantas y valorada en 20 millones de euros.