Fue una oportunidad única. Sin duda ser una estrella de talla mundial tiene sus cosas buenas y una de ellas es que se pueden tener vivencias que una persona normal quizá sólo disfrute en sus sueños. Eso es lo que le ha pasado a Sheryl Crow, que pudo disfrutar junto a sus dos hijos de una experiencia mágica en el Acuario de Georgia. La artista country participó en una de las nuevas atracciones que pondrá en marcha la instalación, en la que tuvo la ocasión de ver de cerca a unos de los animales más simpáticos del mundo marino.
Conocer, tocar y aprender un poco más sobre las formas de vida y el comportamiento de los pingüinos es precisamente lo que hizo Sheryl, lo que provocó, claro, el delirio de sus dos pequeños, a los que adoptó cuando apenas tenían unos días de vida. Wyatt, de cinco años, y Levi, de casi tres, se lo pasaron en grande observando de cerca de estos animales africanos, que tendrán dentro de poco la visita de todos aquellos que acudan al acuario.
Desde que llegaron a su vida, los niños han ocupado el centro de sus prioridades. Sheryl se tomó un tiempo de descanso de su carrera para volcarse en su papel de madre, una faceta en la que se la ve cómoda y, sobre todo, muy feliz. En su nuevo disco, Feels like home, que acaba de salir a la venta, Sheryl ha incluido un tema en el que habla de una madre soltera. Se sentirá totalmente identificada, seguro.
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