"Comienza oficialmente nuestra aventura. Apóyanos #Salvaelartico y sálvate tu también". Así empezaba el artista a retransmitir a través de su perfil de las redes sociales la que, sin duda, recordará como una de las aventuras más importantes y especiales de su vida. Desde el pasado 14 de julio, Alejandro Sanz forma parte de una expedición con Greenpeace que concluye este sábado, 20 de julio, y con la que quiere contribuir a crear conciencia sobre la importancia de conservar el Ártico e impedir su explotación comercial, fundamentalmente para la pesca industrial y la extracción de petróleo.
"Estamos a 20º C y a tan solo 15 km del casquete polar. Urge ponerle freno al cambio climático", escribió el cantante, que durante estos días ha estado escribiendo mensajes y compartiendo fotografías de su viaje, en el que le está acompañando su mujer, Raquel Perera. "¡Vaya ramillete de valientes e intrepidos! :)", escribió Raquel en Twitter junto a una instantánea en la que la pareja salía junto a todo el equipo de la expedición, en el que también se encuentra el popular periodista Fernando González, más conocido como "Gonzo".
Han sido unos días inolvidables en los que el artista español ha navegado entre icebergs disfrutando de paisajes espectaculares, además de conocer de primera mano la forma de vida de los Inuits, el pueblo originario que habita ese suelo, así como también el modo en que el cambio climático y la presión humana amenaza su día a día y la naturaleza sobre la que se sustenta esta comunidad.
La travesía tiene, entre sus objetivos, comprobar el retroceso que sufren los glaciares y la capa de hielo del Ártico "debido al cambio climático", así como "evidenciar" el peligro que supondría un vertido de petróleo en este lugar prácticamente inexplorado y cómo sus habitantes perderían su tierra, ha informado Greenpeace. "Tenemos que ser conscientes de que si salvamos el Ártico salvaremos mucho más. Es la batalla medioambiental más importante del momento, porque está en juego uno de los pocos lugares del planeta donde aún existe un equilibrio medioambiental y porque lo que suceda allí nos afecta a todos", expresaba Sanz en el comunicado enviado por la organización no gubernamental.
Según un informe de Greenpeace, el Ártico podría quedar sin hielo dentro de 10 o 20 años, con graves efectos sobre la población, la fauna y flora, y la economía. Más de tres millones de personas, según ha informado la organización, se han unido ya a la campaña para salvar el Ártico.