Su padre es el boss sobre el escenario y ella la reina de las pistas de saltos. Jessica Springsteen se ha convertido en una consumada amazona, un deporte que practica desde que tenía 15 años (ahora tiene 20), y recorre medio mundo a lomos de un caballo. La hija de Bruce y de Pattie Scalfa se ha convertido en una de las caras más reconocidas de las competiciones ecuestres, en las que es frecuente ver a sus padres en las gradas aplaudiendo su actuación. De hecho hace sólo unos días estuvieron en una de sus competiciones en Londres, animando a su “niña”.
Tras la parada en la capital británica, Jessica puso rumbo a Cannes donde compartió protagonismo con otras caras habituales de este ambiente. Athina Onassis y Álvaro de Miranda también competían en el concurso internacional de saltos y es que el matrimonio no se pierde ninguna de estas convocatorias (en ellas coinciden habitualmente con Carlota de Mónaco, entre otras caras conocidas). “No hay nada que me apasione más que la equitación” ha declarado en alguna ocasión Jessica.
La hija mediana del músico no ha heredado de su padre la pasión por la música y ha volcado todos sus esfuerzos en este deporte, hasta el punto de que se dice que podría intentar ir a los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro en 2016. Jessica es la única hija del artista que tiene otros dos hijos con Pattie, Evan y Sam.