Unos días para desconectar y relajarse junto a los suyos han sido su mejor terapia. Raquel del Rosario ha regresado ya de la “escapada” que ha hecho estos días a su tierra, Gran Canaria, para estar con los suyos y dejar a un lado su participación en el festival de Eurovisión, que suscitó no pocas críticas al quedar el grupo en penúltimo lugar. La artista aseguró en su blog personal que los nervios le “habían jugado una mala pasada” y que a veces “la vida nos da lecciones que creemos injustas pero que vienen bien para nuestro crecimiento personal”. La vida sigue y así, antes de volver a subir al escenario para cantar los temas de su último trabajo, Todos tenemos un sueño, con el que está de gira, ha viajado para ver a su familia.
En su página oficial de Twitter, Raquel ha colgado varias imágenes de este mini viaje en las que se ve lo bien que se lo ha pasado. Una de ellas es en la playa, en una de las terrazas cercanas a un largo arenal, mientras se tomaba una cerveza bien fresca para combatir el calor. En otra está con su abuela, que apareció en televisión el día del certamen para desearle suerte. “La jefa les manda un beso” pone junto a la instantánea en la que sale con su “yaya”. Paseos por la playa y el cariño de los suyos son las mejores medicinas para coger fuerzas y afrontar el camino que espera a su grupo.
Su participación en el festival de Eurovisión suscitó no pocas críticas y es que el resultado no fue desde luego el esperado. Ella aseguró que esto fue “una cura de ego necesaria para ella”. Su gran apoyo durante esta aventura ha sido sin duda su novio Pedro Castro, con el que seguro que se escapará unos días este verano. La próxima cita de El sueño de Morfeo con el público será el viernes 31 de mayo en Toledo.