Después de todo festival toca hacer balance y valorar los resultados, y como casi siempre ocurre, nunca llueve a gusto de todos. Unas veces se gana y otras se pierde aseguran algunos, sin embargo cuando termina el espectáculo, no es extraño que surjan críticas y acusaciones que empañan el “final feliz” del concurso. El festival de Eurovisión de este año subió al podium a la que, desde el principio, sonaba como favorita en todas las encuestas. Un tema de mensaje “pacifista”, toques celtas y estética hippie que convirtió a Dinamarca en la vencedora absoluta.
Apenas horas después de recoger su gramófono de cristal, saltaron las primeras especulaciones de plagio. Los usuarios de redes sociales hicieron notar el parecido de Only teardrops con el tema I surrender del desaparecido grupo holandés K-Otic, cuyo inicio se parece a la melodía de flauta del vencedor del certamen. El portavoz de Eurovisión, Sietse Bakker, hizo hincapié en la diferencia que existe entre un parecido y un plagio, y aseguró que todos los años hay críticas de este estilo. El cantante del grupo K-Otic, Bart Voncken, dijo en la radio que hay notas muy parecidas en ambas canciones pero que, en su opinión, no lo suficiente como para considerarlo un plagio.
Otro de los escándalos que planea este año trata de la legalidad de los resultados. Según se ha denunciado, supuestamente se habrían comprado votos para el segundo clasificado Azerbaiyán, un comentario de que de momento no ha recibido respuesta, ni siquiera por parte de la organización. Rusia también ha señalado irregularidades en las votaciones, por las que no habría recibido todos los puntos que le otorgaron. No es la primera vez que se dan estos casos, ya el año pasado se hicieron notar ciertos parecidos de la ganadora Euphoria, de Loreen, con otras canciones más antiguas.
Al margen de críticas, los participantes van regresando a sus lugares de origen. La delegación española, en palabras de Raquel del Rosario, ha hecho autocrítica, confesando que el trabajo realizado se vio perjudicado por los nervios. La inglesa Bonnie Tyler por su parte aseguró que había disfrutado mucho y que la ganadora se lo merecía. “Me habría gustado por supuesto traerme el premio a Inglaterra pero fue una noche para recordar. Estoy muy feliz por haber ido porque fue una experiencia increíble” declaró.