Su carrera musical sube como la espuma, de hecho, tras una más que exitosa aventura en solitario, Gwen Stefani se ha vuelto a unir a sus compañeros de No doubt para repetir los triunfos que les colocaron en lo más alto de las listas. Gestiona además tres líneas de ropa y tiene que sacar un rato para mantenerse en forma e ir al gimnasio. Sin embargo, con una agenda tan apretada de trabajo a veces ser una “super mamá” le resulta complicado. Eso es lo que la estrella ha confesado recientemente y es que, según ha dicho, en ocasiones es bastante estresante compaginar sus dos esferas, la personal y la profesional.
Como no hay nada que la voluntad y el esfuerzo no pueda superar, y además se acercan unas fechas muy importantes para disfrutar con los más pequeños, Gwen “araña” minutos fuera del estudio de grabación para pasarlos con sus niños. Se los llevó a una montaña rusa en la que Kingston, de seis años, y Zuma, de cuatro, gritaron y se lo pasaron en grande. Ella se mantuvo a una prudencial distancia, sentándose en otro de los coches de la atracción y dejando que sus dos “hombrecitos” tuvieran su espacio.
Fue la tarde perfecta en la que la artista se despejó y se relajó con las ocurrencias de los niños. Recientemente desmentía además los rumores de crisis en su matrimonio con Gavin Rosdale con un gesto de lo más romántico. La pareja coincidió en el escenario del festival Lay’s KROQ’s 23rd. Annual Almost Acoustic Christmas, la misma cita en la que se conocieron hace 17 años. Para conmemorar este aniversario cantaron juntos, hacía diez años que no lo hacían, y se dieron un beso que ha dejado mudos los comentarios.
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