En Estados Unidos, pero también en Europa. La campaña de Obama multiplica sus adeptos entre los miembros del gremio musical y cinematográfico, que han unido sus fuerzas para recaudar fondos que le ayuden en su carrera a la Casa Blanca. La fiesta se organizó en esta ocasión en París, inmersa en plena semana de la moda, y a ella acudieron las diseñadoras L’Wren Scott y Stella McCartney, y los cantantes Kanye West y Mick Jagger. Aprovechando su visita a la capital francesa con motivo precisamente de esta cita con la moda, Scarlett Johansson y Jennifer López acudieron también a la velada polítca.
Scarlett llegó tras acudir a la presentación de una firma de ropa, con un sencillo mini vestido blanco con las mangas de gasa, combinado con complementos negros. Un look discreto que contrastó con el rojo intenso por el que se decantó Jennifer López. Del brazo de su inseparable novio, Casper, con un impecable traje gris, la diva marcó curvas y enseñó lo justo a través de una larga abertura lateral. La pareja no se soltó de la mano ni un segundo hasta que entró en el lugar donde se celebraba la cena, organizada por la editora de moda Anna Wintour.
Al día siguiente Jennifer aprovechó el desfile de Channel para volver a pasear palmito. Su mini vestido blanco con bordados y sus altísimos tacones acapararon todos los flashes, aunque ella, ajena a la expectación, sólo tenía ojos para su hija Emme y su novio. Enamorados como el primer día, sólo dejaron de intercambiar confidencias para hacerle carantoñas a la pequeña, que iba muy conjuntada y coqueta con su vestido rosa, por supuesto de la citada firma, chaqueta blanca y bolso también blanco con una mariposa. Y es que no hay mejor maestra que su madre en esto de la moda.